Sindicatos preparan movilizaciones para acelerar la reducción de jornada laboral
CCOO y UGT han manifestado su frustración por la falta de claridad de la CEOE y Cepyme
La negociación para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales en 2025 sigue estancada, tras siete meses de conversaciones entre sindicatos y patronal sin lograr avances. Los sindicatos CCOO y UGT han manifestado su frustración por la falta de claridad de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) sobre las condiciones para un posible acuerdo.
En respuesta a esta situación, los sindicatos han advertido que podrían convocar movilizaciones si no se logra un progreso significativo en la reunión programada para el próximo lunes. Esto se produce en un contexto en el que el Gobierno ha decidido disminuir la presión para conciliar diferencias con los empresarios, a pesar de incumplir el acuerdo de coalición que establecía un límite de 38,5 horas semanales para 2024.
Líderes sindicales como Mari Cruz Vicente de CCOO y Fernando Luján de UGT destacan que las movilizaciones no solo buscan presionar a los empresarios, sino también impulsar un debate social que obligue a las fuerzas políticas a apoyar la medida en el Congreso de los Diputados. En este contexto, el partido Junts per Catalunya es visto como clave, ya que su posición sobre la reducción de la jornada laboral aún no está clara. Josep María Cervera, diputado de Junts, ha enfatizado la importancia de considerar las opiniones de los agentes sociales catalanes en este debate.
El interés en esta reducción de jornada también está relacionado con la situación laboral en Catalunya. Según datos de la Estadística de Convenios Colectivos de junio, la jornada media pactada en Catalunya para 2024 es de 1766,68 horas anuales, lo que supera ligeramente las 38,5 horas semanales. Los sindicatos esperan que esta medida se convierta en una demanda social a la que los partidos de gobierno no puedan oponerse por temor a consecuencias electorales negativas, especialmente si se enfrenta a unas nuevas elecciones en Catalunya.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha indicado que la reducción de jornada tendría un impacto limitado en el País Vasco, donde se están considerando jornadas laborales de 35 o incluso 32 horas semanales. Esto podría llevar a EH Bildu a criticar la medida por considerarla poco ambiciosa. Sin embargo, los sindicatos minimizan esta posibilidad y recuerdan las consecuencias negativas que tuvo para ERC oponerse a la ley de 2021 que promovía contratos indefinidos.
El Partido Popular también está en la mira de los sindicatos, quienes han señalado que la reducción de jornada tiene un apoyo considerable entre los votantes, según varias encuestas. A pesar de que la reforma laboral fue aprobada con un voto erróneo de un diputado del PP, los sindicatos saben que un acuerdo con la CEOE no garantiza el respaldo de los partidos políticos cercanos a los empresarios.
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha convocado a una reunión el próximo lunes con CCOO, UGT, CEOE y Cepyme, que será la última antes del verano. Aunque el Ministerio propuso un período transitorio para calcular las horas de libre distribución basadas en la jornada anterior, las posibilidades de alcanzar un acuerdo son escasas. La CEOE se opone a una reducción legal de la jornada, prefiriendo la negociación colectiva, y el control horario sigue siendo un punto crucial en las negociaciones para los sindicatos.
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