La alerta antiterrorista sigue en nivel 4 sobre 5: ¿puede haber otro atentado?
El Plan de Prevención y Protección Antiterrorista ha cambiado en los últimos años a raíz de ataques, tanto en España como otros puntos del mundo
Barcelona y Cambrils recordaron, el pasado 17 de agosto, lo ocurrido en verano de 2017. El primer atentado yihadista en las dos ciudades dejó un total de 16 muertos y más de un centenar de heridos.
Más allá de lo necesario que es celebrar los actos de homenaje a las víctimas (aunque Robert Manrique criticara la falta de atención que sufren y ha pedido reabrir una oficina para atender a víctimas, un protocolo de asistencia, y una ley catalana propia para ese cometido), cabe preguntarse si algo como lo ocurrido hace 7 años se podría repetir.
El Ministerio del Interior, en su Plan de Prevención y Protección Antiterrorista (PPPA), establece también el Nivel de Alerta Antiterrorista (NAA), un indicador sobre el riesgo al que el territorio español está expuesto a sufrir algún atentado.
Los Niveles de Alerta Antiterrorista fueron introducidos en España por primera vez por el PPPA de 9 de marzo del 2005 como consecuencia de los atentados ocurridos en Madrid del 11 de marzo del 2004. Este primer Plan establecía 3 niveles... pero ha ido evolucionando.
Y desde junio de 2015, cuando hubo atentados en Francia y en dos hoteles de Túnez, está en el nivel 4 sobre 5, es decir, se considera que existe un riesgo alto.
¿En qué ese traduce? En una mayor vigilancia callejera, con la posibilidad de incrementar la presencia de agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad en las calles. También se movilizan unidades especiales de intervención, y potenciales objetivos como infraestructuras esenciales y aquellos sitios con gran afluencia de personas, son vigilados intensamente.
Radicalizaciones y seguimiento intenso
Por lo que respecta a Catalunya, los Mossos d'Esquadra aseguraron recientemente a TV3 que "la amenaza es alta". De hecho, en los últimos 12 meses la policía catalana ha "neutralizado 189 casos de radicalización" y están haciendo seguimientos a cerca de 300 personas por la misma razón. De estos últimos se encarga el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).
De hecho, el contexto internacional, con la guerra en Gaza, y episodios como la quema de ejemplares del Corán en países del norte de Europa hacen que se tengan fundados temores sobre ataques yihadistas.
Grandes acontecimientos, mayores precauciones
Desde hace años, los terroristas han puesto su punto de mira en los grandes acontecimientos. No es extraño que, en la previa de alguno de ellos, haya amenazas explícitas. Sin ir más lejos, en el último mes ha ocurrido por partida doble: en la previa de los Juegos Olímpicos de París y en los conciertos de Taylor Swift en Austria.
El próximo gran acontecimiento deportivo que tendremos en nuestro país será la Copa América de Vela, que empieza en Barcelona el próximo jueves 22 de agosto.
Mossos, Policía Nacional y Guardia Civil trabajarán de forma coordinada en los distintos aspectos del dispositivo de seguridad de la prestigiosa regata; los Mossos se encargarán de la seguridad ciudadana, el orden público, la policía administrativa, judicial e investigación (en tierra y puerto), ciberseguridad, protección de autoridades catalanas, y la policía aérea y de tráfico.
La Guardia Civil tiene la custodia del puerto y la seguridad de los espacios donde se celebran las regatas y entrenamientos. También se encargarán de las actividades en el mar territorial, dentro de sus competencias.
Por su parte, el rol de la Policía Nacional incluye la protección de autoridades del Estado y extranjeras, apoyo en seguridad ciudadana y orden público si es requerido, y control de fronteras y extranjería.
Para terminar, la Guàrdia Urbana de Barcelona tendrá la gestión del tráfico, acompañará a las autoridades en sus desplazamientos, hará funciones de policía administrativa y supervisará los espacios públicos alrededor de la Copa América.
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