La estafa de los cerrajeros: denuncian facturas de 1000 € por cambiar una cerradura

En los últimos meses, las denuncias contra falsos cerrajeros han aumentado en España, creando una alerta entre los consumidores. Se trata de bandas organizadas que engañan a las personas, cobrándoles cifras desorbitadas por servicios básicos de cerrajería. Las facturas fraudulentas pueden superar los 1.000 euros simplemente por abrir una puerta, aprovechando la urgencia y la desesperación de las víctimas que han quedado fuera de sus hogares.

Esto es precisamente lo que ha denunciado Enric Cambray, actor y director catalán, que ha explicado en Twitter cómo han intentado cobrarle más de 1.000 euros a su madre por cambiarle la cerradura.

Todo arrancó cuando la familia se encontró con la cerradura forzada y ninguna llave conseguía abrir. Intentaron contactar con el seguro, pero no consiguieron hablar con ellos. Seguidamente, llamaron al cerrajero que aparecía en la hoja de entrada al edificio, donde aparecen números de teléfono de otros servicios de urgencia.

A todo esto, cuando llegó y empezó a rebentar la cerradura para poder cambiarla, la alarma empezó a sonar y no se presentó ningún policía, poniendo en duda si realmente sirven de algo. 

La factura final ascendía a 955,90 euros, y además tuvo que marcharse para buscar la nueva cerradura. Al cabo de las horas, el supuetso cerrajero llamó para decir que les costaría 700 euros adicionales, por lo que se tendría que pagar en total 1655,90 euros. 

"Si no lo paga no vengo y se queda con la puerta abierta. Usted sabrá. Es peligroso", amenazaba el cerrajero, según Cambray. 

UNA ESTAFA CADA VEZ MÁS RECURRENTE

La mecánica de esta estafa es sencilla pero efectiva. Los delincuentes crean páginas web que imitan las de empresas de cerrajería legítimas, utilizando nombres que incluyen términos como "24 horas" o "urgencias" para aparecer en los primeros resultados de búsqueda en internet.

Cuando una persona busca rápidamente un cerrajero de emergencia, es probable que termine contactando a uno de estos falsos profesionales. Una vez que el cliente llama, los estafadores actúan rápidamente: llegan al lugar, realizan un trabajo simple —como cambiar un bombín o abrir una puerta sin llave— y luego presentan una factura desorbitada.

Las víctimas, a menudo sorprendidas y confundidas por los altos precios, se sienten obligadas a pagar debido a la intimidación de estos falsos cerrajeros. En muchos casos, los estafadores no dudan en utilizar tácticas de presión, como amenazar con no dejar marchar al cliente hasta que se efectúe el pago o incluso con llamar a la policía, alegando que el cliente está tratando de evadir una deuda legítima. Esta situación genera un clima de miedo e inseguridad en las víctimas, quienes prefieren pagar sumas elevadas antes que enfrentarse a un posible conflicto.

Los cuerpos de seguridad de España han advertido sobre este tipo de fraudes, aconsejando a los ciudadanos que extremen las precauciones al contratar servicios de cerrajería. Se recomienda siempre verificar la identidad y la reputación del cerrajero antes de aceptar cualquier servicio. Esto puede incluir comprobar si la empresa está registrada oficialmente, leer reseñas en internet, y, en lo posible, optar por cerrajeros recomendados por conocidos o vecinos. Además, en caso de encontrarse ante una factura excesiva, es importante no pagar inmediatamente y denunciar el incidente a las autoridades competentes.

Las asociaciones de consumidores, como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), también han comenzado a alertar sobre estas prácticas y están trabajando para que se establezcan normas más estrictas en la regulación de servicios de cerrajería. La falta de regulación en el sector permite a estos falsos cerrajeros operar con impunidad, aprovechándose de la necesidad y la urgencia de las personas.