Pa amb tomàquet: origen, historia y trucos para preparar este plato catalán

Uno de los platos más icónicos de la gastronomía catalana es, sin duda, el pa amb tomàquet, una receta sencilla que ha trascendido fronteras gracias a su delicioso sabor y versatilidad. Aunque puede parecer un acompañamiento, también brilla como protagonista en cualquier mesa si lo preparamos como tostada. En este artículo, exploraremos su origen y te daremos algunos trucos para preparar la mejor versión de este clásico culinario.

El origen del pa amb tomàquet

El pa amb tomàquet tiene una historia rica y diversa. Aunque desde la antigua Grecia ya se combinaba pan con aceite de oliva, no fue hasta el siglo XVII que apareció la receta del "panboli" en un recetario mallorquín, aunque aún sin tomate. El tomate, traído de América en el siglo XV, no se incorporó plenamente a la dieta mediterránea hasta el siglo XVIII.

En Catalunya, las primeras menciones del pa amb tomàquet, tal como lo conocemos hoy, datan de alrededor de 1884. Se dice que los campesinos catalanes comenzaron a untar tomate sobre pan duro para ablandarlo, añadiendo un poco de aceite de oliva para mejorar su sabor y textura.

Sin embargo, también hay quienes sitúan su origen en Murcia. Según esta teoría, los trabajadores murcianos que emigraron a Barcelona en los años 20 del siglo pasado llevaron consigo la costumbre de untar tomate en el pan como desayuno. Estos trabajadores cultivaban tomates cerca de sus áreas de trabajo y lo utilizaban para darle más sabor a sus comidas.

Curiosamente, también existen referencias al "pan tumaca" en la literatura catalana de finales del siglo XIX, donde se menciona que fue en París donde el autor lo probó por primera vez, combinando pan con tomate y aceite. Este crisol de posibles orígenes nos lleva a la conclusión de que, aunque generalmente se atribuye a Catalunya, su creación pudo haberse desarrollado en distintos lugares de manera simultánea.

Trucos para preparar el mejor pa amb tomàquet

Para hacer un pa amb tomàquet auténtico y delicioso, la clave está en la calidad de los ingredientes. Aquí te dejamos algunos consejos:

1. El pan: Opta por pan de payés, preferiblemente del día o incluso de unos días atrás, siguiendo la tradición de usar pan duro. Debe ser crujiente por fuera y suave por dentro.
2. El tomate: Los mejores tomates son pequeños, de un color rojo intenso y con una pulpa jugosa. Es recomendable comprarlos en una frutería local, ya que suelen tener mejor calidad que los de supermercado.
3. El aceite: Un buen aceite de oliva virgen extra es fundamental para darle el toque final. No escatimes en calidad.
4. La sal: Añade una pizca de sal para realzar los sabores.

Puedes disfrutar de este plato solo o acompañado de jamón, queso o cualquier otro ingrediente de tu preferencia. Sin embargo, siempre respeta la calidad de los ingredientes base para que el resultado sea exquisito.

El pa amb tomàquet es mucho más que una simple combinación de pan y tomate; es una expresión cultural que ha evolucionado con el tiempo y sigue conquistando paladares en todo el mundo.