Coches históricos: ¿Cuántos días podrán circular al año?
La normativa establece que un automóvil para ser considerado histórico debe tener más de 30 años de antigüedad y mantenerse en su estado original
Tras años de espera, la nueva legislación que regula el uso de vehículos históricos finalmente ha sido aprobada en Consejo de Ministros, aunque los detalles completos no se conocerán hasta el 18 de este mes. La normativa establece que un automóvil para ser considerado histórico debe tener más de 30 años de antigüedad y mantenerse en su estado original. Sin embargo, algunas disposiciones han generado inquietud y confusión entre los aficionados y propietarios de estos vehículos.
Uno de los puntos más polémicos es la restricción de la Dirección General de Tráfico (DGT) que limita el uso de los vehículos históricos a 96 días al año. Esta cifra ha sido cuestionada por su aparente falta de lógica. Un año cuenta con aproximadamente 52 fines de semana, es decir, 104 días, lo que permitiría usar estos coches casi todos los fines de semana del año sin superar la restricción. Esta medida parece no tener en cuenta las actividades de aficionados que disfrutan de sus vehículos clásicos solo en momentos de ocio.
La razón detrás de esta restricción, según la DGT, es evitar que los vehículos históricos se conviertan en automóviles de uso cotidiano. Esto se debe a que, bajo la normativa actual, los coches históricos pueden circular libremente en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) de las ciudades, algo que no sucede con vehículos más recientes que no cumplan con las normativas ambientales. Así, para prevenir el abuso de este beneficio, se insta a los ayuntamientos a establecer medidas adicionales de control.
Sin embargo, surge una duda importante: ¿cómo controlará la DGT el número de días de uso de estos vehículos? En las ciudades, los ayuntamientos pueden utilizar cámaras en las ZBE para supervisar el tránsito de estos coches, pero en las carreteras y zonas rurales, donde no existe tal infraestructura de vigilancia, resulta casi imposible implementar un control efectivo.
La nueva normativa presenta desafíos tanto para los entusiastas de los vehículos históricos como para las autoridades locales, quienes deberán encontrar un equilibrio entre la preservación de estos coches como patrimonio cultural y la regulación de su uso para evitar problemas de congestión y emisiones en las ciudades.
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