Descubre las brujas más famosas de Catalunya: Historias ocultas y secretos impactantes

A lo largo de la historia, Catalunya ha sido una región donde la figura de la bruja ha cobrado especial relevancia. Durante los siglos XVI y XVII, la caza de brujas en esta zona fue intensa, con procesos judiciales y ejecuciones que dejaron una huella indeleble en la cultura popular. Aunque muchas de estas mujeres fueron víctimas de la ignorancia y la superstición, algunas de ellas se han convertido en figuras legendarias. A continuación, repasamos a algunas de las brujas más conocidas de Catalunya, basándonos en hechos históricos y leyendas populares.

1. La Bruja del Castell de Montsoriu (Mare de Déu de les Bruixes)

La leyenda de la bruja del Castillo de Montsoriu, ubicado en la comarca de la Selva, es una de las más antiguas de Catalunya. Según la tradición, en este castillo medieval habitaba una bruja malvada que realizaba rituales y conjuros durante las noches. La leyenda cuenta que fue una mujer muy poderosa, capaz de controlar los elementos naturales y maldecir a quienes la desafiaran. El castillo se encuentra en una zona montañosa, lo que aumentaba su mística como refugio para seres oscuros.

Sin embargo, más allá de la leyenda, se cree que la bruja podría haber sido simplemente una mujer sabia, una curandera que utilizaba remedios naturales para ayudar a los aldeanos de la zona, pero que fue vilipendiada por la superstición.

2. La Bruja de Llers

Llers, una pequeña localidad en la provincia de Girona, fue un importante foco de la caza de brujas en Catalunya. En este municipio, se desarrolló la leyenda de que las brujas se reunían en las montañas cercanas para realizar sus aquelarres. Una de las más famosas es la Bruja de Llers, de la cual se cuentan numerosas historias sobre sus poderes sobrenaturales.

Las leyendas locales describen a estas brujas como mujeres que podían transformarse en animales y lanzar maleficios a los que las contrariaban. La figura de la Bruja de Llers fue popularizada por el escritor catalán Carles Fages de Climent en su obra Les Bruixes de Llers, publicada en 1924. Aunque los detalles históricos son escasos, la presencia de brujas en esta zona es un hecho documentado en los procesos de la época.

3. Na Maria Pujol de Viladrau

Viladrau, en la comarca de Osona, es otro de los pueblos catalanes con una larga historia relacionada con las brujas. Durante el siglo XVII, se llevaron a cabo varios juicios de brujería, siendo Na Maria Pujol una de las víctimas más recordadas. Se la acusó de realizar hechizos para provocar enfermedades y maleficios en su comunidad.

Entre 1618 y 1622, se calcula que alrededor de 14 mujeres fueron ejecutadas en Viladrau, acusadas de brujería. Na Maria Pujol fue una de las muchas que enfrentó el trágico destino de la quema en la hoguera, acusada sin pruebas concretas, solo por rumores y supersticiones locales. Estos juicios y ejecuciones se encuentran bien documentados en los archivos históricos de Catalunya.

La Caza de Brujas en Catalunya

La caza de brujas en Catalunya tuvo su punto álgido durante los siglos XVI y XVII, coincidiendo con un período de crisis económica y social en Europa. Las mujeres acusadas de brujería eran generalmente personas marginadas: viudas, curanderas o mujeres que, por alguna razón, no encajaban en los cánones sociales. Las denuncias solían basarse en supersticiones locales, como la creencia de que podían controlar el clima o causar enfermedades.

Entre las comarcas más afectadas por la caza de brujas en Cataluña se encuentran la Cerdanya, el Alt Urgell, el Berguedà, y la mencionada Osona. Los juicios eran llevados a cabo por tribunales locales y, en muchos casos, acababan con la ejecución de las acusadas en la hoguera o por ahorcamiento.