¿Por qué la próxima borrasca se llamará 'Aitor'? Estos son los criterios para elegir los nombres
Los nombres elegidos son universales y deben ser rápidamente reconocidos en informes de noticias, redes sociales y sistemas de emergencia
El tiempo está a punto de vivir un nuevo revés con la entrada de la borrasca Aitor. Cada uno de estos episodios tienen un nombre distinto, y más de uno se pregunta cuál es el criterio para escoger el nombre. Lo gracioso de todo es que con este nombre se puede hacer el juego de palabras de "Aitor Menta", algo que probablemente han tenido que sufrir todo aquel que tenga el nombre de origen vasco en su DNI.
El proceso de nombrar tormentas sigue un conjunto de criterios establecidos por organismos meteorológicos internacionales, diseñados para facilitar la comunicación y garantizar la seguridad pública. El uso de nombres para identificar tormentas tiene el propósito de evitar confusión, ayudar en la difusión de advertencias y alertas, y mejorar la coordinación entre autoridades y la población en general.
Uno de los organismos principales encargados de asignar nombres a las tormentas es la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que trabaja a nivel regional con centros meteorológicos. En el Atlántico y el Pacífico, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos y otros centros meteorológicos coordinan con la OMM para seleccionar los nombres. En Europa, países como el Reino Unido, Francia y España también han implementado sistemas de nombres para las tormentas invernales.
Los nombres se eligen de listas previamente aprobadas que siguen un ciclo rotativo de seis años. Estas listas incluyen nombres que son fáciles de pronunciar y recordar en una variedad de idiomas, ya que las tormentas pueden afectar a múltiples países. La selección se basa en criterios culturales, buscando que los nombres reflejen la diversidad de los países en las regiones afectadas. Las listas alternan entre nombres masculinos y femeninos para promover la equidad de género.
Si una tormenta causa daños significativos o se vuelve particularmente mortal, el nombre se retira de la lista para evitar su reutilización. Este proceso es común en huracanes o ciclones que dejan un impacto devastador. Por ejemplo, nombres como "Katrina" o "Sandy", asociados a huracanes destructivos, ya no serán usados en futuras temporadas.
El criterio más importante es la simplicidad y la claridad, ya que el objetivo es facilitar la comunicación de advertencias a la población. En situaciones de emergencia, un nombre memorable y sencillo puede ser la diferencia entre que las personas presten atención a las alertas y se preparen a tiempo, o no lo hagan. Por ello, los nombres elegidos son universales y deben ser rápidamente reconocidos en informes de noticias, redes sociales y sistemas de emergencia.
Por lo tanto, el proceso de nombrar tormentas sigue criterios estrictos que priorizan la comunicación eficaz y la seguridad pública, con nombres que reflejan diversidad y aseguran claridad.
En cuanto a los nombres definidos para las próximas borrascas, esta es la lista:
- Aitor
- Berenice
- Caetano
- Dorothea
- Enol
- Floriane
- Garoe
- Hermiia
- Ivo
- Jana
- Konrad
- Laurence
- Martinho
- Nuria
- Oliver
- Pauline
- Rudiger
- Salma
- Timothee
- Vanda
- Wolfgang
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