Este es el sueldazo que pierden los hijos por ejercer de cuidadores de los padres

Los cuidadores estarían ganando 4.122 euros brutos al mes

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Dinero cuidados señora mayor
En Catalunya, se estima que 151.000 personas (el 66% mujeres) cuidan de mayores de 65 años de manera informal - Fotomontaje de Canva Pro - pixelshot

 

Cuidar a padres mayores y dependientes es una responsabilidad que recae principalmente en los hijos, y tiene un coste económico significativo que muchas veces pasa desapercibido. Un reciente informe elaborado por l'Observatori Dona, Empresa i Economia (ODEE) y el proyecto Aliura de Suara Cooperativa ha revelado que los hijos e hijas que asumen el rol de cuidadores están perdiendo una importante cantidad de dinero al dedicar su tiempo a estas tareas.

El estudio muestra que el cuidado de una persona mayor dependiente requiere, de media, 9,6 horas al día, lo que suma unas 3.506 horas al año. Si se remunerara ese tiempo según el convenio del servicio de atención domiciliaria de 2022, que establece un salario de 14,11 euros brutos por hora, los cuidadores podrían estar ganando alrededor de 4.122 euros brutos al mes. Esta cantidad anualizada alcanza los 49.464 euros brutos al año, una cifra considerable que muchos hijos e hijas pierden al dedicarse al cuidado de sus progenitores.

El impacto económico en Catalunya

En Catalunya, se estima que 151.000 personas (el 66% mujeres) cuidan de mayores de 65 años de manera informal, dedicando 411,8 millones de horas al año a estas tareas. Este trabajo, si se valorara económicamente, equivaldría a 5.811 millones de euros, lo que representa el 2,2% del PIB catalán. Además, el impacto en la generación “sándwich” (personas entre 45 y 64 años que cuidan tanto de hijos como de padres) asciende a 2.092 millones de euros, un 0,8% del PIB y el 2,4% del empleo total en la región.

El informe también estima que, sumando los impactos indirectos en otros sectores como el sanitario o el transporte, el valor económico total de estos cuidados informales se eleva a 10.105 millones de euros, equivalente al 11% del empleo total en Catalunya.

La brecha de género en los cuidados

El cuidado de personas mayores no solo tiene un impacto económico, sino también social y de género. 6 de cada 10 cuidadores son mujeres, y ellas dedican más horas que los hombres a estas tareas: 54,5 horas semanales frente a las 48,7 horas que dedican los hombres. Esta diferencia se traduce en una mayor carga física y emocional para las mujeres, quienes, además, ven más afectada su vida laboral.

Un 32% de las hijas cuidadoras ha tenido que dejar de trabajar para atender a sus padres, mientras que en el caso de los hijos la cifra es del 17%. Además, el 50% de las mujeres que cuidan han sufrido problemas económicos derivados de esta responsabilidad, comparado con el 18% de los hombres. En cuanto a quienes compaginan el trabajo con el cuidado, un 8% de las mujeres ha tenido que reducir su jornada laboral, mientras que en el caso de los hombres este porcentaje es prácticamente nulo.

El impacto en la salud

Más allá de los efectos económicos, los cuidadores también ven afectada su salud y bienestar. En la generación "sándwich", el 41% de las mujeres siente que cuidar de sus padres ha tenido un impacto negativo en su salud, frente al 27% de los hombres. Las mujeres reportan más fatiga (64% frente al 41% de los hombres), depresión (42% frente al 22%) y una mayor necesidad de tratamiento médico (19% de mujeres frente al 6% de hombres).

La necesidad de un cambio en las políticas de cuidados

El informe subraya la urgencia de cambios estructurales para aliviar la carga de los cuidadores informales. Àngels Cobo, directora de Transformación Digital de Suara Cooperativa, abogó por la socialización de los cuidados, enfatizando que se deben replantear las políticas públicas para apoyar tanto a cuidadores como a personas dependientes.

El envejecimiento de la población española exigirá un incremento del gasto en cuidados en los próximos años. Actualmente, el gasto público en estos servicios en Catalunya es de 1.400 millones de euros, pero el informe advierte que debería multiplicarse por 2,5 de aquí a 2050, solo para mantener el nivel actual de atención. Un aumento del 20% en las ayudas públicas triplicaría el gasto, dada la previsión de un mayor número de beneficiarios.

En conclusión, los hijos que cuidan a sus padres no solo sacrifican su tiempo y salud, sino que también pierden potencialmente un sueldazo mensual de más de 4.000 euros, reflejando la necesidad de un mayor reconocimiento y apoyo a su labor tanto desde el ámbito económico como social.

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