¿Por qué protestan los agricultores? Miles de trabajadores del sector se manifiestan frente al Ministerio

Miles de trabajadores del sector primario (unos 5.000 según han apuntado varias fuentes), se han manifestado este lunes 16 de diciembre a las puertas del ministerio de Agricultura para protestar y mostrar su disconformidad por el acuerdo que la Unión Europea y Mercosur alcanzaron el pasado jueves 6 de diciembre.

Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) ha enviado una delegación a la convocatoria, que ha protestado frente a la sede ministerial por un acuerdo que "pretende desmantelar el campo español". 

Por su parte, desde Unió de Pagesos (UP) han confirmado a CatalunyaPress que no han participado en la concentración de este lunes 16, aunque hace días reclamaron al Gobierno y la Generalitat que se opongan al acuerdo comercial.

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), ha sido quien ha convocado esta jornada de protestas en la capital de España para exhibir músculo y protestar contra el pacto entre los organismos europeo y latinoamericano.

Las razones del 'no' al acuerdo

El sector primario español ha pedido a las autoridades que no acepten acuerdos que no incluyan cláusulas espejo en materia de producción agrícola y ganadera. Estas cláusulas garantizarían que las importaciones cumplan con las mismas exigencias normativas que las producciones locales. 

Impacto económico y sectorial

Así, piden que se hagan estudios de impacto económico sobre el levantamiento de aranceles a productos importados como carne de ternera, pollo y arroz, así como la implementación de mecanismos de compensación para los agricultores afectados por la caída de precios y la pérdida de competitividad en el mercado. 

Los trabajadores del sector primario también reclaman una revisión de la Política Agraria Común (PAC) para ajustarla al nuevo contexto comercial, con medidas que fortalezcan al sector agrario.

Los riesgos que se corren

Entidades como UP advierten desde hace tiempo que "este acuerdo permitiría la entrada en la UE de productos que no cumplen con las estrictas normas de seguridad alimentaria y sostenibilidad vigentes en Europa". 

Al mismo tiempo, esto generaría una "competencia desleal, colocando al sector europeo en desventaja y provocando una caída de precios que afectaría especialmente a los sectores de la carne de ternera, pollo y arroz". 

Además, la importación de productos elaborados en sistemas no sostenibles podría favorecer el cierre de explotaciones locales comprometidas con el medio ambiente.

"Incoherencia"

Por ello, UP ha trasladado a la Comisión Europea y a los eurodiputados catalanes y estatales sus "argumentos en contra de este tratado, que perjudica gravemente al sector agrario europeo", del mismo modo que han interpelado al ministro de Agricultura, Luis Planas, la contradicción de "respaldar un acuerdo que no exige condiciones recíprocas, lo que va en detrimento del campesinado y de los estándares de producción europeos".

Los trabajadores del campo creen que su sector "no puede ser una moneda de cambio para beneficiar a otros sectores económicos" y lamentan que "el acuerdo tiene implicaciones negativas no solo para los productores, sino también para los consumidores". Por ello, exigen que la UE "priorice la protección de sus estándares y de su tejido productivo local".