Cuenta atrás para el año nuevo: los deseos sexuales que los españoles esperan cumplir
Los últimos días de 2024 son fechas de hacer propósitos para el año que vendrá
A pesar de que el 60% de las personas encuestadas en un reciente estudio de Gleeden asegura tener una vida sexual satisfactoria, la mayoría admite tener alguna fantasía no realizada que desearía llevar a cabo, aunque no siempre se atrevan a expresarla abiertamente.
El sondeo revela que el 63% de los participantes ha tenido o tiene fantasías sexuales, frente a un 13% que prefiere mantener relaciones tradicionales. Sin embargo, solo el 9% ha logrado cumplir todas sus fantasías, mientras que el 67% ha concretado algunas. Un dato interesante es que el 21% atribuye la falta de realización de sus fantasías a no haber encontrado a la pareja adecuada, lo que convierte este anhelo en un propósito para el próximo año.
El estudio destaca que las fantasías más comunes entre los españoles son la dominación (36%) y el voyeurismo (33%), superando otras como el exhibicionismo (18%), la podolatría, el sadomasoquismo o el cuckolding (infidelidad consentida). Una fantasía recurrente que sobresale es la del avión: más del 40% de los encuestados ha confesado que le gustaría tener sexo en la cabina de un avión.
En cuanto a prácticas específicas, el 66% de los encuestados asegura no haber participado nunca en un ménage à trois, aunque a la mayoría le gustaría hacerlo por curiosidad. Respecto a los intercambios de pareja, el 84% no los ha experimentado, aunque más de la mitad confiesa que le interesaría intentarlo.
Sobre el cuckolding, el 45% no tendría inconveniente en practicar sexo con otras personas mientras su pareja observa, pero el 52% no aceptaría ver a su pareja con alguien más. Por otro lado, el 31% sí lo aceptaría, y un 16% solo lo haría si su pareja se lo pidiera.
Sílvia Rúbies, responsable de comunicación de Gleeden en España, señala que “según nuestros usuarios, muchas parejas recurren a los fetiches para romper la rutina y explorar nuevas experiencias. Siempre que sean consensuados y no extremos, los fetiches pueden ser un estímulo positivo que contribuye al bienestar sexual”.
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