El Estado redobla su apuesta por el transporte público de Barcelona
La Comunidad de Madrid se ha quejado por "la desigualdad en la financiación"
En los últimos meses, el transporte público en Barcelona ha estado en el centro de atención debido al incremento de la financiación estatal y los retos que persisten en su gestión.
Según datos publicados recientemente, el Gobierno central ha incrementado su inversión en la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) de Barcelona un 51,3% desde 2016, pasando de los 98 millones de euros ese año a 149 millones anuales en los últimos 5 años. Este aumento fue posible, en parte, gracias a una enmienda a los Presupuestos impulsada por ERC en 2019.
Pese a este esfuerzo, usuarios y expertos señalan que el sistema aún enfrenta desafíos relacionados con la modernización de infraestructuras, la puntualidad de los servicios y la capacidad para absorber la creciente demanda en una ciudad donde el transporte público es clave para la movilidad diaria. Barcelona, como epicentro turístico y económico, requiere inversiones continuas que permitan una renovación constante de trenes, autobuses y otros sistemas de transporte.
En contraste, gobiernos como el de la Comunidad de Madrid han criticado, según Vozpópuli, una supuesta desigualdad en el reparto de fondos. Mientras la aportación estatal a Barcelona ha crecido de manera significativa, el ejecutivo liderado por la popular Isabel Díaz Ayuso asegura que la suya permanece congelada desde 2012, lo que contrasta con el aumento del 77,6% en la financiación nacional destinada al transporte público en los últimos años.
El debate sobre la distribución de recursos para el transporte público en España sigue abierto, pero en Barcelona se espera que los incrementos en la inversión permitan mejorar la experiencia de los usuarios y reducir incidencias, asegurando que la ciudad continúe siendo un modelo de movilidad urbana sostenible.
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