De las cabalgatas al tortell: ¿cuál es el origen de las tradiciones del Día de Reyes en Catalunya?
En la región, la festividad comenzó a popularizarse durante la Edad Media
El Día de Reyes, celebrado cada 6 de enero, es una festividad profundamente arraigada en la cultura catalana y española en general. Esta celebración, que marca el final de las festividades navideñas, conmemora la llegada de los tres Reyes Magos a Belén para adorar al Niño Jesús, según la tradición cristiana. En Catalunya, como en el resto de España, es una fecha esperada con ilusión, especialmente por los más pequeños, quienes reciben los regalos que los Reyes traen desde Oriente. Sin embargo, Catalunya aporta a esta festividad matices únicos que la diferencian de las celebraciones en otras regiones de España y el mundo. Y ¿cuándo surgieron dichos matices?
Todo se remonta a la Edad Media
El origen de esta festividad se remonta a la tradición cristiana y al Evangelio de Mateo, que relata cómo tres sabios de Oriente, guiados por una estrella, llegaron a Belén con regalos de oro, incienso y mirra. En Catalunya, la festividad comenzó a popularizarse durante la Edad Media, aunque las tradiciones tal y como las conocemos hoy se consolidaron en los siglos XIX y XX. La cabalgata de los Reyes Magos, uno de los momentos más emblemáticos de esta celebración, tiene sus raíces en esta época y se ha convertido en un espectáculo que combina elementos religiosos, históricos y modernos.
Las cabalgatas
La víspera del Día de Reyes, el 5 de enero, es el momento álgido de la celebración. Las ciudades y pueblos catalanes se llenan de color y alegría con las cavalcades de Reis (cabalgatas de Reyes). Estas procesiones, en las que Melchor, Gaspar y Baltasar recorren las calles en carrozas majestuosas, son seguidas por multitudes de familias que esperan ansiosas para ver a los Reyes y recoger los caramelos que lanzan. Algunas localidades, como Igualada o Tarragona, tienen cabalgatas especialmente destacadas por su antigüedad y originalidad, y en Barcelona, el Puerto se convierte en el escenario donde los Reyes llegan en barco antes de iniciar su recorrido por la ciudad.
La tradición de las cabalgatas de Reyes en Catalunya comenzó a consolidarse a finales del siglo XIX, aunque la primera documentada en el territorio se celebró en Igualada en 1895. Esta cabalgata se considera la más antigua de Catalunya y una de las primeras de España. Con el tiempo, otras ciudades y pueblos catalanes adoptaron esta costumbre, que combina elementos religiosos, culturales y festivos. Durante el siglo XX, las cabalgatas se popularizaron en toda la región, convirtiéndose en un evento central de la festividad.
El tortell de Reyes
El 6 de enero, el Día de Reyes propiamente dicho, comienza con la apertura de los regalos que los Reyes han dejado en los hogares durante la noche. La tradición dicta que los niños deben escribir una carta a los Reyes días antes, expresando sus deseos y su buen comportamiento durante el año. En muchas familias catalanas, la mañana de Reyes es también un momento para compartir el tió de Nadal, aunque esta tradición es más característica de la Navidad y varía en cada hogar.
Un elemento gastronómico destacado del Día de Reyes en Catalunya es el tortell de Reis, un rosco elaborado con masa dulce, relleno de mazapán o nata, y decorado con frutas confitadas. En su interior se esconden dos sorpresas: un haba seca y una figurita de un rey. Quien encuentra la figurita es coronado con una corona de papel dorado, mientras que quien encuentra el haba debe pagar el tortell. Este postre es una tradición compartida con otras regiones de España, pero en Catalunya suele estar acompañado de una taza de chocolate caliente, haciendo del desayuno o la merienda de Reyes un momento especial.
El tortell de Reis tiene raíces en tradiciones gastronómicas europeas asociadas con las celebraciones de la Epifanía. En Catalunya, la tradición del tortell comenzó a difundirse ampliamente durante el siglo XIX. Su origen se relaciona con costumbres francesas, como la galette des rois, que fue adaptada en Catalunya con ingredientes locales, como el mazapán y las frutas confitadas. La inclusión del haba y la figurita del rey en el interior del rosco también se incorporó en esa época, añadiendo un componente lúdico que continúa siendo una parte esencial de la tradición.
Aunque las diferencias con otras regiones de España son sutiles, en Catalunya se percibe un enfoque algo más laico y cultural en torno a esta festividad, con énfasis en la parte comunitaria y festiva. En comparación con otros países, donde la figura de los Reyes Magos no tiene tanta relevancia, Catalunya y España en general destacan por mantener viva esta tradición, a menudo con mayor protagonismo que la de Papá Noel. En países de América Latina como México o Puerto Rico también se celebra el Día de Reyes, pero con variaciones culturales propias.
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