Los peores días de la izquierda: el rechazo a lo 'woke' lleva a los jóvenes catalanes hacia la ultraderecha

La juventud catalana se aleja del progresismo y se inclina hacia la ultraderecha, impulsada por el rechazo a lo 'woke' y la influencia de las redes sociales

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Jóvenes, Catalunya
En Catalunya, partidos como Aliança Catalana han encontrado un terreno fértil en las redes sociales - Canva Pro

 

La transformación ideológica de la juventud mundial está tomando una dirección inquietante. Los datos más recientes apuntan a que la Generación Z, la que actualmente abarca a jóvenes entre 18 y 26 años, está virando peligrosamente hacia la ultraderecha. Esto no es solo un fenómeno global: también está afectando a los jóvenes catalanes. La arrolladora victoria de Donald Trump en Estados Unidos, que basó gran parte de su campaña en rechazar lo que la ultraderecha denomina ‘woke’, ha desencadenado una ola de desconfianza y rechazo hacia el progresismo que está calando hondo en muchos países. En Catalunya, el fenómeno se refleja en el ascenso de partidos ultraderechistas como Aliança Catalana y en el auge de movimientos que atacan frontalmente el discurso progresista y los derechos LGTBI+.

La ultraderecha, el nuevo discurso dominante

En los últimos años, políticos como Trump, Giorgia Meloni, Javier Milei y los dirigentes de la AfD en Alemania han logrado conquistar a un electorado joven que se siente cada vez más atraído por su discurso antiprogre. Con el insulto ‘woke’ ahora en boca de todos, la extrema derecha ha sabido capitalizar el descontento juvenil hacia un sistema que perciben como obsoleto, en especial ante el auge de los movimientos de igualdad y derechos LGTBI+.

En Catalunya, partidos como Aliança Catalana han encontrado un terreno fértil en las redes sociales, donde jóvenes que se alejan de los tradicionales partidos progresistas se agrupan en torno a un discurso que critica la agenda ‘woke’ de la izquierda. Similar a Vox a nivel nacional, estos grupos se valen de plataformas como YouTube y TikTok para difundir su mensaje entre una generación que, poco a poco, olvida el impacto histórico de los regímenes ultraderechistas.

La creación de un enemigo común: los medios y lo 'woke'

Un fenómeno interesante que ha surgido en este contexto es la irrupción de podcasts como La Catalunya Woke, que están ganando seguidores rápidamente entre los jóvenes. Estos programas, que se presentan como una alternativa a los medios tradicionales, critican ferozmente a las cadenas informativas, especialmente a aquellas con un enfoque progresista. Al igual que hizo Trump en Estados Unidos, estos grupos están creando un ambiente de desconfianza hacia los medios, acusándolos de ser manipuladores y de promover una agenda ‘progresista’ que ellos consideran perjudicial.

El podcast que no te gustará si te gusta el 324”, afirman en la presentación de su contenido, dejando claro su rechazo a los medios tradicionales. Este enfoque tiene un paralelismo claro con las tácticas populistas que emplean otros líderes de extrema derecha para socavar la confianza pública en las instituciones tradicionales y, a su vez, posicionarse como la alternativa antisistema que promete un cambio radical.

Un fenómeno global: la ultraderecha se infiltra en la juventud

El rechazo hacia el progreso y la igualdad de derechos no solo es una tendencia política en Catalunya, sino una ola que está afectando a la juventud en muchas partes del mundo. En España, por ejemplo, encuestas recientes han revelado una creciente incomodidad entre los jóvenes ante la visibilidad de las parejas homosexuales, con un alarmante 27% de los jóvenes de la Generación Z mostrando aversión a ver a personas del mismo sexo besándose en público.

Además, los discursos de odio, especialmente los comentarios misóginos y homófobos, están ganando terreno en redes sociales, como ha quedado claro con los incidentes recientes en localidades como Sant Andreu de la Barca, donde a finales de enero un hombre dio una paliza al propietario de un local LGTBI. Estas agresiones se relacionan directamente con el discurso de la ultraderecha.

El impacto de las redes sociales en la radicalización

Según expertos como Adrián Caballero, profesor de Comportament Polític en la Universidad Autónoma de Barcelona, el principal motor de esta radicalización juvenil son las redes sociales. Los jóvenes de la Generación Z, muchos de los cuales no se identifican con los partidos políticos tradicionales, consumen contenido que refuerza sus puntos de vista y opiniones en plataformas como TikTok, YouTube o Instagram, donde los ‘influencers’ de extrema derecha encuentran un nicho perfecto para difundir sus mensajes.

En este contexto, figuras como Alvise Pérez, líder del partido ultraderechista ‘Se Acabó La Fiesta’, ejemplifican cómo la ultraderecha ha sabido aprovechar el poder de las redes para captar adeptos entre los jóvenes, llegando incluso a ocupar un espacio significativo en el ámbito político con la legitimación de un discurso antifeminista y anti-racista. La estrategia de estos grupos es clara: alimentar la desconfianza en el sistema y presentar la izquierda como enemiga del pueblo, todo ello a través de las redes sociales.

La ultraderecha conquista la generación Z

La situación que estamos viendo hoy no es solo un eco de fenómenos políticos globales, sino una transformación profunda en la manera en que los jóvenes se informan, se identifican y se posicionan políticamente. La ultraderecha ha logrado penetrar en las mentes de una generación que, saturada por el discurso progresista, busca respuestas en el rechazo y la desconfianza. La pregunta ahora es: ¿cómo podrá la izquierda, atrapada en su lucha interna y sin un discurso claro, contrarrestar esta tendencia que se está consolidando con fuerza? Solo el tiempo lo dirá, pero lo cierto es que, en este escenario, los peores días para la izquierda están por llegar.

 

 

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