Última hora de la salud del Papa: mejora, pero sigue en estado reservado

El Papa Francisco ha pasado una noche tranquila en el Hospital Policlínico Gemelli de Roma, donde permanece ingresado desde hace 17 días. Según el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, el Pontífice ha descansado bien toda la noche, un dato alentador dentro de su delicada situación de salud.

Aunque algunos médicos se mostraban moderadamente optimistas, la Santa Sede recalca que su cuadro clínico sigue siendo complejo. La crisis respiratoria sufrida el pasado viernes obligó a una maniobra de broncoaspiración, lo que generó gran preocupación en el entorno vaticano.

Uno de los avances más significativos en las últimas horas ha sido la retirada de la ventilación mecánica. Los médicos han optado por un tratamiento menos invasivo, utilizando oxigenoterapia a alto flujo con cánulas nasales. Además, no ha presentado fiebre ni signos de infección, lo que representa un buen indicador de estabilidad.

A pesar de estas señales positivas, el Vaticano mantiene un pronóstico reservado. El parte médico emitido este domingo 2 de marzo subrayaba que el Santo Padre no está fuera de peligro, por lo que su evolución sigue siendo monitoreada de cerca.

Mientras el Papa continúa hospitalizado, el gobierno de la Curia Vaticana no se ha paralizado. Según fuentes vaticanas, las decisiones siguen tomándose "ad mentem Papam", es decir, en base a lo que el Pontífice habría decidido.

El Papa salió de su habitación para asistir a misa junto a médicos y enfermeros. Además, recibió la visita de dos figuras clave de la Santa Sede: el secretario de Estado, Pietro Parolin, y el sustituto de la Secretaría de Estado, Edgar Peña Parra.