Una encuesta realizada por la Associació Catalana de Llars d'Infants, la Associació de Llars d'Infants de Catalunya y la Coordinadora d'Escoles Bressol de Catalunya ha revelado que dos de cada tres guarderías privadas en Catalunya están considerando su cierre a corto plazo. La encuesta, que recibió cerca de 200 respuestas de centros afiliados a estas asociaciones y de guarderías no vinculadas a ellas, fue realizada entre enero y febrero de este 2025.
El principal factor detrás de esta preocupante situación es la gratuidad de la educación infantil de segundo ciclo (I2) en los centros públicos, combinada con la disminución de la natalidad. Este contexto ha llevado a muchas guarderías privadas a enfrentarse a serias dificultades económicas. Tres de cada cuatro centros encuestados confirmaron que han tenido que reducir su plantilla en los últimos años debido a la caída en el número de matriculaciones.
Además, el aumento de la carga burocrática, como la gestión de una subvención de 800 euros anuales por niño de 2 años, ha dificultado aún más la operativa de los centros privados. La presidenta de la Associació Catalana de Llars d'Infants, Conxita Pericó, advierte que la posible gratuidad del primer ciclo de educación infantil (I1) en la red pública representaría un golpe fatal para el sector privado. Según Pericó, competir con la oferta pública gratuita es extremadamente difícil, incluso si los centros privados cuentan con un proyecto educativo sólido, mayor flexibilidad horaria, más servicios y un calendario más amplio.
En cuanto a la subvención de la educación infantil privada, el 70% de los centros considera que debería equipararse a la financiación que reciben los centros públicos, alcanzando los 3.200 euros anuales por niño. Para el 80% de los encuestados, esta medida sería crucial para asegurar la viabilidad de las guarderías privadas, que representan el 40% de los centros educativos en Catalunya.
El 100% de los centros consultados afirman que las políticas gubernamentales no respetan ni valoran adecuadamente su labor, una situación que no ocurre en otras comunidades autónomas como Baleares o la Comunidad Valenciana, que han implementado la gratuidad universal en el primer ciclo de educación infantil, incluyendo a las guarderías privadas.
Pericó concluye que es necesario poner a disposición de las familias todos los recursos educativos, tanto públicos como privados, para ofrecer una mayor variedad de opciones y proyectos, evitando el "agravio comparativo" entre plazas gratuitas y de pago.
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