Desinformación y Algoritmos: ¿Un Riesgo Creciente para la salud de los jóvenes?

Las redes sociales ya son la principal fuente de información de los jóvenes. Es una tendencia con importantes desafíos: la desinformación, la salud cognitiva y también la física. El consumo constante e incontrolado del móvil altera la percepción de la realidad, el desarrollo cerebral y la salud mental. Además, los efectos de la luz azul dañan la salud ocular.

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La información nunca ha sido tan accesible como en la era digital. Sin embargo, la forma en que los jóvenes consumen noticias está cambiando, alejándose de los medios tradicionales y abrazando las redes sociales como fuente primaria de información. Aunque estas plataformas ofrecen la ventaja de un acceso rápido y personalizado, también traen consigo riesgos significativos, como la desinformación y la manipulación algorítmica. ¿Qué efectos tiene este cambio en la salud cognitiva e intelectual de los jóvenes? 

Según el estudio Redes sociales y hábitos de consumo informativo de los jóvenes españoles publicado por la Revista Mediterránea de Comunicación, e muchos  jóvenes españoles  se informan através de las redes sociales como  Este cambio refleja un nuevo paradigma en el consumo de noticias: en lugar de recurrir a los medios tradicionales,  muchos  jóvenes ahora acceden a la información directamente en plataformas digitales como Instagram, WhatsApp, TikTok y Twitch.

A través de estos canales, el consumo de noticias se vuelve cada vez más reactivo, con los algoritmos ofreciendo contenido en función de intereses previos. Sin embargo, esto también fomenta lo que se conoce como "información accidental", ya que los usuarios reciben contenido que no necesariamente buscaron de manera activa, lo cual puede poner en riesgo la calidad y veracidad de la información consumida.

Desinformación y Algoritmos: ¿Un Riesgo Creciente?

Los algoritmos de las redes sociales juegan un papel fundamental en la distribución de contenido, pero también constituyen un riesgo al favorecer noticias sensacionalistas y polarizadas que generan mayor interacción. La investigadora Laura Pérez-Altable, en su estudio Evitación de noticias en la población joven residente en Cataluña, destaca cómo los jóvenes son más vulnerables a la desinformación debido a que los algoritmos priorizan contenidos que generan emociones fuertes, como el miedo o la indignación.

Además, muchos jóvenes optan por evitar consumir noticias, principalmente debido al impacto emocional negativo que pueden generar, lo cual puede llevar a una desconexión con la realidad y una pérdida de capacidad crítica para diferenciar entre información veraz y falsa.

Impacto en la Salud Cognitiva

El consumo excesivo de información a través de las redes sociales puede tener un efecto negativo en el desarrollo cognitivo de los jóvenes. Los algoritmos tienden a crear "burbujas informativas", donde los usuarios solo reciben información que refuerza sus creencias previas, limitando así la diversidad de fuentes y puntos de vista. Esto afecta negativamente la capacidad de pensar de manera crítica y objetiva.

En este contexto, la educación mediática juega un papel crucial. Los jóvenes deben ser formados en alfabetización digital, es decir, en la capacidad de verificar fuentes y desarrollar habilidades para reconocer contenidos falsos. De lo contrario, el riesgo de contribuir a la propagación de desinformación aumenta, afectando directamente su bienestar mental y emocional.

La Preferencia por el Contenido Personalizado

Otro factor relevante es la creciente desconfianza que los jóvenes sienten hacia los medios de comunicación tradicionales. Según el informe How Young People Consume News and The Implications For Mainstream Media, muchos consideran que las noticias proporcionadas por los medios convencionales están sesgadas o no son confiables. En cambio, prefieren seguir a creadores de contenido que perciben como más cercanos y genuinos, lo que lleva a una mayor preferencia por las redes sociales frente a los medios de comunicación establecidos.

Este fenómeno refleja una creencia extendida de que los medios tradicionales responden a intereses corporativos o ideológicos, lo que incrementa la tendencia de los jóvenes a buscar fuentes de información más personalizadas y alineadas con sus intereses particulares.

Educación en Verificación: Cómo Combatir la Desinformación

Ante el crecimiento de la desinformación, expertos coinciden en la importancia de educar a los jóvenes en técnicas de verificación de información y fact-checking. Ser capaces de distinguir entre contenido veraz y falso, y utilizar herramientas digitales de verificación, es esencial para reducir el impacto negativo de la desinformación. Además, la formación en "educación algorítmica" permitirá a los jóvenes entender cómo funcionan los algoritmos y cómo evitar caer en las trampas de las burbujas informativas.

¿Qué Futuro tiene el Consumo de Información?

Con la creciente influencia de las redes sociales, los medios tradicionales  van cambiando de estrategia para captar la atención de un público joven cada vez más digitalizado. Es fundamental que ofrezcan contenidos más cercanos a sus necesidades informativas, pero siempre manteniendo los estándares de veracidad y pluralidad informativa.

El periodismo, aunque desafiante, sigue siendo una pieza esencial de la sociedad. Su evolución, adaptándose a los nuevos tiempos y exigencias de los usuarios, será crucial para garantizar que los jóvenes sigan accediendo a información de calidad.

Cómo afecta en el Desarrollo Cerebral 

Recientes investigaciones, como un estudio publicado en JAMA Pediatrics, revelan que el uso habitual de las redes sociales puede modificar el desarrollo funcional del cerebro en los jóvenes. Este fenómeno es particularmente relevante en una etapa tan crucial del desarrollo cerebral como es la adolescencia.

La adolescencia es una etapa clave en el desarrollo cerebral, caracterizada por cambios hormonales que hacen que los jóvenes sean más susceptibles a estímulos sociales. Las redes sociales, al formar parte integral de las interacciones sociales en esta etapa, influyen de manera notable en el comportamiento y la percepción de sí mismos de los adolescentes.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 98% de los jóvenes entre 16 y 24 años usan Internet diariamente, y las redes sociales se han convertido en el espacio predilecto para la interacción social. Sin embargo, este consumo constante de redes puede tener efectos en la forma en que el cerebro de los adolescentes responde a estímulos sociales.

Vulnerabilidad Adolescente: Un Cerebro en Desarrollo

Durante la adolescencia, los cambios hormonales aumentan la sensibilidad a los estímulos sociales. El uso frecuente de redes sociales activa regiones cerebrales vinculadas a la recompensa social, como revela el estudio de la Universidad de Carolina del Norte. Esto puede generar un ciclo de búsqueda constante de gratificación, ya sea a través de "likes", comentarios o seguidores, lo que genera dependencia emocional de las redes sociales.

El Efecto en la Percepción Corporal y la Salud Mental

La exposición constante a imágenes idealizadas en las redes sociales también afecta la autopercepción de los adolescentes, generando una presión para cumplir con estándares de belleza inalcanzables. Este fenómeno, conocido como body shaming, puede tener consecuencias devastadoras para la autoestima de los jóvenes.

El uso excesivo de las redes sociales puede contribuir a trastornos como la ansiedad y la depresión, exacerbados por el fenómeno del FOMO (miedo a perderse algo). La comparación constante con las vidas aparentemente perfectas de los demás en las redes sociales aumenta la inseguridad y el aislamiento social.

Estrategias para un uso Saludable 

Es fundamental que los jóvenes establezcan límites en su uso de redes sociales y que se fomente la práctica del pensamiento crítico para mitigar los efectos negativos. Además, iniciativas de bienestar digital, como recordatorios para hacer pausas o el control de la visibilidad de interacciones, podrían ser útiles para fomentar un uso más equilibrado y saludable.

Impacto en la Salud Ocular

El uso excesivo de pantallas puede afectar la salud ocular, especialmente debido a la luz azul que emiten dispositivos como teléfonos móviles y computadoras. Para prevenir molestias visuales, se recomienda limitar el tiempo frente a las pantallas, seguir la regla 20-20-20, es decir, se recomienda hacer una pausa de 20 segundos cada 20 minutos y mirar algo que esté a 20 pies de distancia (aproximadamente 6 metros) y usar filtros para la luz azul si es necesario.

 

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