Barcelona, entre la percepción y la realidad: ¿estamos ante una ciudad más insegura?
Los Mossos d’Esquadra niegan una ola delictiva pese al aumento de intervenciones y lanzan planes específicos para reforzar la seguridad ciudadana en Barcelona y su área metropolitana
Durante las últimas semanas, Barcelona y su área metropolitana han protagonizado titulares alarmantes: agresiones con armas blancas, peleas callejeras, robos violentos y altercados entre grupos organizados. Los vecinos de barrios como Sants, Raval, el Gòtic o ciudades como L’Hospitalet o Mataró viven con una creciente sensación de inseguridad, alimentada por los constantes episodios de violencia que se hacen virales a través de redes sociales y medios de comunicación.
Pero, ¿reflejan estos incidentes un verdadero aumento de la delincuencia o se trata de una percepción distorsionada?
Lo que dicen los Mossos: más control no siempre significa más criminalidad
Desde CatalunyaPress nos hemos puesto en contacto con los Mossos d’Esquadra, el principal cuerpo policial autonómico, para aclarar si estamos frente a una escalada de violencia o si los datos arrojan una realidad distinta a la que perciben los ciudadanos. Según explican fuentes del cuerpo, "no hay más delincuencia, hay más actuación policial". Es decir, los incidentes no han crecido de manera alarmante, pero sí lo ha hecho la actividad preventiva de los cuerpos de seguridad.
Uno de los datos más llamativos es el resultado del 'Pla Daga', una operación lanzada en 2023 con el objetivo de retirar armas blancas de las calles. Desde su implementación, se han incautado más de 3.700 armas, lo que representa un aumento del 29% respecto al año anterior. Para los Mossos, esta cifra no debería interpretarse como una mayor proliferación de armas, sino como una mejora en la capacidad de detección y respuesta.
Si bien es cierto que una actuación policial puede estar precedida de un caso violento o una agresión, pero no siempre es así. Desde Mossos confirman que la actividad del cuerpo de policia en las calles ha aumentado en un 76%, evitando en muchas ocasiones males mayores.
No obstante, no todo es positivo, ya que las estadísticas también muestran un leve repunte del 0,9% en los delitos violentos con respecto a 2023. Un dato modesto, pero suficiente para alimentar una percepción ciudadana que ya estaba en alerta. Todo condiciona y en este mínimo repunte puede que los casos sean más graves o de una peligrosidad superior, lo que ayuda a incrementar una sensación de inseguridad entre los vecinos.
¿Por qué la gente se siente menos segura?
Aunque los cuerpos de seguridad aseguren que se está trabajando con más eficacia y que las calles están, en términos objetivos, más controladas, la sensación de inseguridad sigue creciendo. ¿El motivo? Muchos vecinos sienten que la violencia se ha vuelto más visible y que los delincuentes actúan con más impunidad.
En los últimos meses, varios planes de seguridad se han desplegado en puntos estratégicos de la ciudad para responder a esta preocupación: el Plan Daga, Kanpai o Confianza son algunos de los ejemplos. Sin embargo, los niveles de percepción ciudadana no han mejorado con respecto al año pasado, un indicador que preocupa a las autoridades.
'Pla Kanpai': la lucha contra la reincidencia y el crimen itinerante
Conscientes del reto, los Mossos han puesto en marcha el 'Pla Kanpai', un dispositivo diseñado específicamente para combatir la delincuencia multirreincidente en zonas urbanas densas como Barcelona, L’Hospitalet o Badalona. Este plan no se basa en aumentar el número de agentes, sino en redistribuir de manera más eficiente los recursos ya existentes.
Bajo esta estrategia, se refuerzan las patrullas de seguridad ciudadana y se integran nuevas unidades como la Brimo, ARRO, los agentes de paisano (FURA) y las policías locales, que trabajarán de forma coordinada. También se intensificará la colaboración con la Policía Nacional, especialmente en temas de extranjería y documentación, y se potenciará la vigilancia durante eventos susceptibles de atraer a grupos itinerantes dedicados a delinquir.
Un equilibrio frágil entre prevención y percepción
El esfuerzo institucional es evidente: más coordinación, dispositivos más complejos y un aumento significativo en la incautación de armas. Sin embargo, el gran reto sigue siendo restablecer la confianza de la ciudadanía. La seguridad no solo se mide en cifras, también en sensaciones. Y hoy, en Barcelona y su entorno, la percepción de inseguridad sigue marcando la agenda pública.
El desafío de los próximos meses será comprobar si todos estos planes logran reducir no solo el delito, sino también el miedo. Porque en una gran ciudad, sentirse seguro es casi tan importante como estarlo.
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