Salvador Illa eleva la Diada de Sant Jordi a símbolo global contra el odio y en favor de los derechos humanos
El president de la Generalitat apela al espíritu universal de Sant Jordi para defender la cultura, el catalán, la justicia social y la paz en el mundo
El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha convertido su discurso institucional con motivo de la Diada de Sant Jordi en un alegato profundo y sentido en favor de los valores universales. Desde el respeto por los derechos humanos hasta la defensa del catalán como lengua oficial en Europa, Illa ha aprovechado el simbolismo de esta jornada para abordar una agenda repleta de reivindicaciones sociales, culturales y políticas.
Desde el primer minuto, Illa ha querido comenzar con un gesto de gratitud. Ha agradecido públicamente a “todas las trabajadoras y trabajadores” que hacen posible que esta festividad se viva con intensidad y alegría en cada rincón de Catalunya, subrayando que para muchos ciudadanos, “es el día más importante del año”.
Un homenaje al Papa Francisco y al compromiso social de Catalunya
El president no ha querido pasar por alto la reciente muerte del Papa Francisco, mostrando su respeto por la figura del pontífice y destacando el legado de sus 13 años de papado. En palabras de Illa, Francisco fue “un referente espiritual profundamente querido en Catalunya” y su labor ha dejado una huella imborrable en la sociedad.
Tras este emotivo recuerdo, Illa centró su intervención en el valor simbólico de Sant Jordi, patrón de Catalunya. Lo definió como un personaje de “trascendencia global”, cuya figura representa la lucha contra la injusticia y la superación del odio. “Cada 23 de abril, Catalunya se muestra al mundo como lo que es: una tierra de cultura, convivencia y respeto”, afirmó el jefe del Ejecutivo catalán.
La rosa y el libro: más que un gesto
Para Illa, el sencillo acto de regalar una rosa o un libro trasciende su apariencia festiva. En su discurso, interpretó este gesto como una declaración en favor de “la educación, la lengua catalana, Catalunya y los derechos humanos”. Un símbolo de resistencia cívica frente a un mundo cada vez más convulso y polarizado.
Catalunya, en marcha hacia la justicia social y el reconocimiento del catalán
En un tono más político, Illa también aprovechó para poner en valor las políticas desplegadas por su gobierno, haciendo hincapié en el progreso en áreas clave como la economía, la vivienda y la cohesión social. "Estamos construyendo un escudo contra las incertidumbres que nos rodean", subrayó.
Asimismo, volvió a insistir en una de las grandes reivindicaciones de su mandato: la oficialidad del catalán en la Unión Europea. A pesar de los avances tímidos, Illa lamentó la lentitud del proceso y recordó la importancia de jornadas como Sant Jordi para internacionalizar la lengua catalana y proyectarla más allá de las fronteras.
Un llamamiento a la paz y al compromiso ciudadano
Mirando al panorama internacional, el president no olvidó mencionar las guerras activas en el mundo, con especial atención a los conflictos en Gaza y Ucrania. Reclamó un esfuerzo conjunto para “defender Europa y sus valores”, en un momento donde la estabilidad del continente está en juego.
Finalmente, Illa cerró su intervención con un mensaje de esperanza y participación. Animó a la ciudadanía a salir a la calle, a vivir la emoción única que se respira cada Sant Jordi y a no olvidar que la solidaridad también se demuestra combatiendo la soledad y el abandono. “Participar en actividades sociales es una forma de cuidar a quienes más lo necesitan”, concluyó.
Sant Jordi, una Diada que une cultura y compromiso
Así, el president de la Generalitat ha querido que este Sant Jordi 2025 sea recordado como algo más que una fiesta cultural. Lo ha convertido en una declaración de principios: Catalunya como tierra de paz, cultura, justicia y libertad. Un mensaje que, más allá de las rosas y los libros, resuena con fuerza en un mundo que necesita más que nunca valores compartidos y compromiso humano.
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