Seis detenidos por robar en pisos de Barcelona con el método del marcador

Los Mossos d'Esquadra han hecho 3 registros en l'Hospitalet de Llobregat y Santa Coloma de Gramenet

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Unas esposas de los Mossos. Foto: Mossos d'Esquadra

 

El pasado jueves 26 de septiembre, los Mossos d'Esquadra detuvieron a 6 personas en l'Hospitalet de Llobregat y Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès), quienes presuntamente formaban parte de una organización criminal dedicada al robo en viviendas en la capital catalana.

Estos sospechosos utilizaban un método especializado de marcaje: colocaban un hilo fino de pegamento y un trozo de plástico en las puertas de viviendas o garajes. Posteriormente, volvían tras algunas horas o días, y si las marcas permanecían intactas, significaba que las viviendas estaban vacías, lo que les permitía entrar sin ser descubiertos, según informó la policía catalana en un comunicado este martes.

Los Mossos tuvieron conocimiento del grupo tras una serie de robos ocurridos en mayo en Barcelona, utilizando este mismo método. Vincularon estos hechos con otros robos perpetrados en 2023, entre ellos uno en el que marcaron 14 viviendas de un mismo edificio, entrando finalmente en dos de ellas.

Tras la investigación y localización de los sospechosos, la División de Investigación Criminal (DIC) de Barcelona organizó un operativo con tres registros en domicilios: dos en l'Hospitalet, donde se detuvieron a cuatro personas, y uno en Santa Coloma, con el quinto detenido. El sexto fue arrestado en la vía pública.

En los registros, los agentes recuperaron numerosas joyas, equipos especializados valorados en unos 20.000 euros, herramientas utilizadas en los robos, una radial para forzar cajas fuertes y utensilios para abrir puertas. Los seis detenidos pasaron a disposición judicial el sábado.

 

Una organización estructurada

La investigación reveló que el grupo criminal tenía una estructura jerarquizada con una clara división de tareas: supervisión de los miembros, marcaje y vigilancia de los domicilios, ejecución de los robos, y posterior venta de las joyas robadas y envío del dinero.

Uno de los detenidos ocupaba un rol de liderazgo en la organización, coordinando el marcaje de los domicilios, el acceso a las viviendas y las estrategias para dificultar la investigación policial, como la fuga del país o cambios constantes de domicilio.

Los miembros del grupo adoptaban medidas para evitar ser detectados, vigilando constantemente su entorno, reuniéndose en lugares públicos, evitando rutinas y cambiándose de ropa varias veces al día.

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