VÍDEO | Así engañó una policía infiltrada a un catalán con el que tuvo una relación sentimental
El documental Infiltrados, emitido en el programa 30 minuts de 3Cat, aborda en profundidad estas operaciones encubiertas
El espionaje policial y la infiltración en movimientos sociales es un tema que ha generado un intenso debate en la sociedad española en los últimos años. Este fenómeno ha sido especialmente evidente en Catalunya y la Comunidad Valenciana, donde las fuerzas de seguridad del Estado han empleado agentes infiltrados para espiar a colectivos sociales y políticos. El documental Infiltrados, emitido anoche en el programa 30 minuts de 3Cat, aborda en profundidad estas operaciones encubiertas, centrando su investigación en los patrones comunes de los policías infiltrados, sus métodos y los errores cometidos durante las misiones. El documental, que tiene una duración de una hora, es el resultado de tres años de investigación por parte de La Directa, TV3 y Polar Star Films.
La trama del documental se inicia con un análisis de las operaciones de infiltración que comenzaron a principios de 2020, después de las movilizaciones del otoño de 2019 contra la sentencia del procés. A lo largo de su investigación, se destaca el uso de identidades falsas por parte de al menos cuatro agentes infiltrados, quienes se hicieron pasar por personas involucradas en movimientos sociales de Catalunya y la Comunidad Valenciana. Estos agentes, que formaban parte de la 33.ª promoción de la Escuela de Policía de Ávila, actuaban bajo la dirección de la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía, con base en el complejo policial en el barrio de Canillas, Madrid.
El documental detalla cómo cada uno de los agentes infiltrados adoptó una estrategia distinta para ganar la confianza de los miembros de los movimientos sociales. Por ejemplo, el agente conocido como Marc se vinculó a la izquierda independentista a través de su participación en la universidad y en colectivos de vivienda. Ramon, por su parte, se infiltró en el entorno de Valencia, donde lideró acciones de sabotaje para evitar levantar sospechas sobre su verdadera identidad. Dani utilizó relaciones sexoafectivas como herramienta de infiltración, mientras que Maria se presentó como una activista más en Girona, estableciendo una relación con Òscar Campos y mostrando su familia real, lo que generó ciertas dudas sobre sus motivaciones.
Uno de los aspectos más impactantes del documental es la exploración de los efectos psicológicos de estas infiltraciones en los activistas y las víctimas involucradas. Según el psiquiatra Pau Pérez-Sales, director del Centro Sira, las experiencias vividas por los afectados fueron tan intensas que se describieron como "maltrato o tortura". Estos impactos emocionales no solo afectaron a los individuos infiltrados, sino también a los grupos a los que se dirigían, lo que provocó una sensación generalizada de desconfianza y angustia.
El caso del espionaje policial en España no es único, ya que existen precedentes internacionales que ponen en evidencia la magnitud de estas operaciones encubiertas. En el Reino Unido, el Spycops Scandal involucró a más de 100 policías que se infiltraron en más de 1.000 grupos políticos, una cifra que resalta la amplitud y las consecuencias de este tipo de intervenciones estatales. Este caso, junto con los testimonios recogidos en el documental Infiltrados, pone de manifiesto la necesidad de abrir un debate sobre los límites legales y éticos de las operaciones de infiltración y el uso de agentes encubiertos.
El documental también resalta las consecuencias legales que han derivado de estas prácticas. Diversas personas y colectivos han presentado querellas contra los agentes infiltrados y sus superiores por tortura, maltrato y revelación de secretos. Estas acciones legales buscan esclarecer las irregularidades cometidas por los cuerpos de seguridad y dar una respuesta a las víctimas de estas operaciones.
El equipo de investigación de La Directa, que estuvo detrás de la realización de este documental, recibió el 9.º premio de periodismo de investigación Ramon Barnils en noviembre de 2023. Este reconocimiento se otorgó por el rigor en las técnicas de investigación utilizadas, así como por el impacto social y político que generó la difusión de estos casos de espionaje. El equipo de investigación estuvo compuesto por Gemma Garcia Fàbrega, Jesús Rodríguez Sellés, Ester Fayos, Irene Molina, David Bou y Marc Iglesias Colomer, quienes trabajaron incansablemente para destapar una realidad que hasta entonces había permanecido oculta.
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