La historia de José, el joven que desapareció en el Prat hace 30 años y ha sido localizado en el cementerio

José Brusca, un joven argentino de 18 años, llegó a Barcelona el 27 de septiembre  de 1991 para reunirse con su hermano, Luis. Sin embargo, José nunca llegó al punto de encuentro acordado. La desaparición de José fue denunciada oficialmente por Luis Brusca el 11 de octubre de 1991, después de enfrentarse a varios obstáculos por parte de las autoridades, que le pidieron esperar tres días antes de hacer la denuncia. Además, se le exigió un certificado que acreditara que José se encontraba en España de manera regular, lo que tuvo que gestionar a través del consulado argentino en Barcelona.

A pesar de la denuncia, los años pasaron sin que las autoridades pudieran aportar ninguna pista sobre el paradero de José. La familia, desesperada, publicó anuncios en los que pedían ayuda y siguió varias pistas que les llegaron, incluso viajando a París después de recibir información de que alguien había visto a José. Sin embargo, todo fue en vano. Tampoco las pruebas de ADN ni la colaboración con Europol aportaron resultados.

El caso comenzó a despejarse solo cuando Luis Brusca presentó una nueva denuncia ante los Mossos d'Esquadra. Fue entonces cuando, después de más de 30 años, las autoridades pudieron confirmar que José había muerto el mismo día de su desaparición. Su cadáver fue encontrado cerca de la torre de control del Aeropuerto del Prat, en una zona restringida de acceso controlado. La localización del cuerpo se produjo gracias a un trabajador del aeropuerto que observó cómo un cadáver caía desde la torre de control. 

Pese al hallazgo, la investigación inicial llevada a cabo por la Guardia Civil, el cuerpo responsable de la seguridad en la zona, no fue exhaustiva. El cadáver no fue identificado de inmediato, ni se le realizó una autopsia, lo que dificultó determinar la causa exacta de la muerte. Testigos que trabajaban en la torre de control aseguraron no recordar que alguien hubiese accedido a la zona sin permiso.

El cadáver fue trasladado al cementerio del Mon, pero en ese momento nadie hizo la conexión entre el caso de desaparición de José y el cuerpo encontrado en el aeropuerto. Pasaron los años hasta que, finalmente, con la nueva denuncia de la familia, se confirmó que José había muerto el mismo día de su desaparición.

Ahora, la familia Brusca ha decidido tomar acciones legales contra las autoridades por la gestión negligente del caso y por la falta de apoyo durante todos estos años. Benet Salellas, abogado de la familia, ha explicado que la familia tiene todo el derecho a exigir una indemnización por el dolor sufrido y la falta de atención por parte de las administraciones involucradas. “La familia ha padecido una grave falta de atención y tiene derecho a exigir una reparación por todo lo que han sufrido durante estos años”, comentó Salellas en una entrevista con RAC1.