Prisión para una ejecutiva de Porsche que tiró a su bebé por la ventana para no perjudicar su carrera

Katarina Jovanovic, una prometedora ejecutiva de Porsche de 28 años, ha sido condenada a siete años y medio de prisión por homicidio después de que lanzara a su bebé recién nacido por la ventana de su apartamento en Alemania en intento desesperado de proteger su carrera profesional.

Durante el juicio, celebrado en el tribunal de Heilbronn, se revelaron detalles estremecedores del caso. Jovanovic ocultó su embarazo a amigos, familiares y colegas, preocupada por las posibles repercusiones en su ascendente trayectoria profesional dentro de Porsche. Según la fiscal Mareike Hafendoerfer, la acusada decidió que no estaba dispuesta a sacrificar sus aspiraciones laborales por la maternidad. "La acusada no estaba preparada para poner en pausa su carrera por ser madre", argumentó Hafendoerfer.

El día del trágico incidente, Jovanovic dio a luz sola en su apartamento. Minutos después, en un acto de desesperación y confusión, lanzó a la recién nacida por una ventana desde una altura de aproximadamente 3,7 metros. La bebé fue encontrada por vecinos horrorizados que escucharon el golpe y llamaron inmediatamente a la policía. A pesar de los esfuerzos por reanimarla, la niña fue declarada muerta en el lugar.

La defensa, encabezada por el abogado Malte Hoech, presentó un argumento diferente. Hoech afirmó que Jovanovic desconocía su estado de gravidez y que se encontraba en un estado psicológico excepcional durante el parto. La defensa insistió en que la muerte de la bebé fue un accidente trágico y no un acto deliberado de homicidio. Hoech ha anunciado que planea apelar la sentencia.

Los vecinos y colegas de Jovanovic expresaron su asombro y tristeza ante la noticia. Describieron a Jovanovic como una profesional dedicada que, en los últimos meses, se había vuelto más reservada y distante, un cambio que atribuyeron al estrés laboral. Nadie sospechaba que estaba embarazada, y mucho menos que enfrentaba una situación tan grave.

Este caso ha suscitado un debate más amplio sobre las presiones y expectativas que enfrentan las mujeres en el mundo laboral moderno, especialmente en posiciones de alta responsabilidad. La condena de Jovanovic ha puesto de relieve la necesidad de un mayor apoyo psicológico y social para mujeres que lidian con el embarazo y la maternidad, particularmente en entornos laborales exigentes.

La tragedia subraya la importancia de crear un entorno de trabajo donde las mujeres no sientan que deben elegir entre su carrera y la maternidad.