14 niños hospitalizados por comer unas patatas fritas demasiado picantes

Catorce estudiantes de secundaria de la escuela Rokugo Koka en Tokio fueron hospitalizados este pasado martes después de consumir unas patatas fritas ultra picantes "clasificadas para mayores de 18 años". El incidente tuvo lugar cuando un estudiante de primer año trajo los "chips de curry R18" a la escuela y los compartió entre 33 miembros de su clase.

Poco después de comerse las patatas, los estudiantes comenzaron a experimentar síntomas alarmantes, entre los que se incluían dolores de estómago, ardor en la boca y náuseas. Trece niñas y un niño se encontraban muy mal, lo que llevó a la intervención de la policía. Uno de los estudiantes afectados incluso tuvo que ser llevado en silla de ruedas debido a la gravedad de su condición.

El estudiante que trajo las patatas fritas declaró a la policía que previamente había comido sin experimentar ningún efecto adverso. Otros estudiantes que las probaron solo reportaron síntomas leves. Sin embargo, el producto viene con una advertencia clara: se desaconseja su consumo a menores de 18 años, personas con hipertensión y aquellas con estómagos sensibles. La etiqueta también advierte sobre el riesgo de diarrea si se consume en grandes cantidades y recomienda evitar manipular las patatas si se tienen cortes en las manos.

Isoyama Corp, la empresa responsable de fabricar las papas fritas, emitió un comunicado en el que deseaba que los estudiantes se recuperaran pronto. La compañía, ubicada al noreste de Tokio, es conocida por su línea de productos "R18", que incluyen otros alimentos extremadamente picantes. Isoyama Corp advierte que incluso los aficionados a las especias deben tener precaución al consumir sus productos, elaborados con pimienta fantasma o bhut jolokia, uno de los chiles más picantes del mundo, que es 170 veces más picante que la salsa Tabasco.

La reciente hospitalización de los estudiantes en Tokio subraya los peligros de consumir alimentos extremadamente picantes, especialmente entre los jóvenes, y la importancia de seguir las advertencias de los fabricantes para evitar consecuencias graves.