Un agresor machista recibe una brutal paliza de varias personas que le vieron pegar a su novia

Un abusador violento que golpeó a su novia en medio de la calle recibió un poco de su propia medicina cuando algunos de los testigos sorprendidos le hicieranlo mismo a él. 

Ryan Parker, de 32 años, apareció en la casa de la mujer en el este de Hull completamente borracho y comenzó a insultarla, diciéndole que era una pérdida de tiempo que merecía morir, y luego la tiró al suelo con una fuerte bofetada en la cara.

Luego la atacó con puñetazos y patadas mientras gritaba a los testigos en el exterior a través de la puerta abierta, amenazando a cualquiera que quisiera intervenir. Pero la mujer consiguió salir corriendo y gritar pidiendo ayuda.

Después de golpear de un vecino que intentó intervenir mientras continuaba el ataque blandiendo un cuchillo, otros dieron vuelta la situación y se abalanzaron sobre él, según escuchó el tribunal de la corona de la ciudad.

Parker, del este de Hull, se declaró culpable de agresión que provocó, posesión de un cuchillo y uso de palabras o comportamiento amenazante el 28 de julio.

Fue encarcelado durante 20 meses y se le dio una orden de alejamiento de seis años que le prohibía cualquier contacto con la mujer.

Ben Hammersley, quien defiende al acusado, dijo que Parker sufrió lesiones en el incidente después de que otros lo atacaran.

"Sufrió una fractura en la cuenca del ojo y en el pómulo", dijo al tribunal.

Parker fue atendido por paramédicos en el lugar y trasladado al hospital. Le quedó una cicatriz cerca del ojo.

"Cuando volvió en sí, después de haber quedado inconsciente, temió que todavía lo estuvieran atacando", dijo Hammersley.

Oliver Shipley, el fiscal, dijo que Parker y la mujer llevaban en ese momento una relación de unos 14 años, pero que era turbulenta y empeoró con el tiempo. Él llegó a su casa enojado y agresivo después de jugar a los dardos en un bar.

Le dijo al tribunal que se volvió abusivo antes de lanzar la terrible agresión física.

"El acusado amenazaba a cualquiera que intentara ayudar", dijo Shipley.

"Finalmente, la mujer logró salir por la puerta de la propiedad y salir a la calle, donde gritó pidiendo ayuda. El acusado continuó con su comportamiento en la calle mientras estaba en posesión de un cuchillo".