Pesadilla en Francia: rescatan a trabajadores españoles que vivían en condiciones infrahumanas

Un grupo de hasta 80 españoles se trasladó a los viñedos de Borgoña en busca de empleo durante la cosecha, pero lo que encontraron fue un escenario digno de una película de terror: alojamientos insalubres y un contrato de trabajo roto. Según informa France 3 Régions, estos trabajadores fueron evacuados por la policía el 19 de septiembre tras la intervención del alcalde del pueblo de Chaux, cerca de Nuits-Saint-Georges.

Una experiencia aterradora

Los trabajadores, que llegaron a Côte-d'Or con la esperanza de ganar un dinero extra, rápidamente se dieron cuenta de que su situación era una pesadilla. Ana, una de las afectadas, relató que enfrentaron jornadas de nueve horas y media en ayunas. Otro trabajador, Bilal, describió las condiciones en las que vivían: “Dormíamos en colchones sobre la arena, hacía frío y había humedad. Había entre 11 y 20 personas en pequeñas habitaciones de menos de 10 m²”.

Promesas incumplidas y salarios inadecuados

El descontento fue en aumento cuando se dieron cuenta de que sus contratos no especificaban ni el salario por hora ni las fechas de inicio y fin. David, otro trabajador afectado, explicó: “Llegamos el 7 de septiembre y finalmente empezamos a trabajar el día 13. Allí me transfirieron 120 euros en total. No está bien, debería ser más. Me prometieron 400 euros más”.

La situación ha dejado a muchos sin opciones, ya que la mayoría no puede permitirse regresar a España.

Investigaciones en curso

El proveedor responsable de estos contratos es una empresa de servicios de vinos con sede en Villars-Fontaine, que hasta ahora no ha respondido a los intentos de contacto. Actualmente, se ha abierto una investigación preliminar sobre las condiciones de alojamiento, y los vendimiadores han perdido su empleo. Mientras tanto, una veintena de ellos se aloja en un hotel de Dijon mientras se resuelve su situación.

La experiencia de estos trabajadores resalta la importancia de las condiciones laborales dignas y la necesidad de una mayor regulación en la industria del vino, para evitar que casos como este se repitan en el futuro.