BÉLGICA

Muere un clérigo de 69 años mientras mantenía relaciones sexuales drogado con otro sacerdote

Las investigaciones iniciales revelaron la presencia de dos pastillas de éxtasis en la escena, y las autoridades han confirmado que en el cuerpo del fallecido se encontraron rastros de estupefacientes

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Extasis
Foto: CanvaPro de portokalis y Lunamarina

 

Suceso trágico y sorprendente en Bélgica, donde un clérigo británico de 69 años ha fallecido tras una noche de drogas y relaciones sexuales con un sacerdote belga de 60 años. Las autoridades belgas han revelado que ambos consumieron éxtasis y poppers antes de que el sacerdote británico comenzara a sentirse mal y falleciera poco después. El suceso ocurrió en una rectoría en Kalmthout, al norte de Amberes, el jueves por la noche.

El sacerdote belga fue quien alertó a los servicios de emergencia pasada la medianoche, pero los esfuerzos por reanimar a su colega británico fueron infructuosos. La noticia ha dejado en estado de shock a la pequeña parroquia de Heide, según informan los medios locales.

Las investigaciones iniciales revelaron la presencia de dos pastillas de éxtasis en la escena, y las autoridades han confirmado que en el cuerpo del fallecido se encontraron rastros de estupefacientes. Aunque un análisis preliminar de orina indicó el consumo de éxtasis, la causa exacta de la muerte aún no ha sido determinada, y será necesaria una autopsia para obtener más información. La fiscalía también indicó que la investigación está en curso y que algunos elementos de la declaración del sacerdote belga necesitan mayor análisis.

El sacerdote belga fue arrestado y se enfrenta a cargos por "tráfico de narcóticos con resultado de muerte". Este trágico incidente ha coincidido con la visita del Papa Francisco a Bélgica, donde el pontífice ha enfrentado duras críticas, tanto por su manejo de los abusos sexuales en la Iglesia Católica como por su postura sobre el rol de la mujer dentro de la institución.

Durante su visita, el Papa Francisco hizo una condena enérgica del abuso sexual por parte del clero, afirmando que "no hay lugar para el abuso ni para su encubrimiento" dentro de la Iglesia. Sus palabras resonaron en medio de una creciente presión para que la institución tome medidas más concretas en apoyo a las víctimas de abusos.

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