El imperio caído de Sean “Diddy”: de estrella de Hollywood a montar una red de explotación sexual
En caso de salir culpable en el juicio, podría estar en prisión desde 15 años hasta la cadena perpetua
Sean “Diddy” Combs, una de las figuras más influyentes del hip hop y la industria musical, está atravesando una de las crisis más graves de su carrera. El 16 de septiembre fue detenido en Nueva York, acusado de encabezar una red organizada de explotación sexual, lo que podría llevarlo a recibir una condena de prisión que oscilaría entre los 15 años y la cadena perpetua.
Entre las denuncias más impactantes está la de Cassie, cantante de R&B y expareja de Combs, quien lo acusa de años de abuso físico y emocional. Además, otras personas, entre ellas una joven de 17 años y un productor musical, han señalado al magnate por presuntos abusos sexuales, sumando gravedad al caso.
La detención del artista ha generado una avalancha de reacciones y ha reabierto conversaciones sobre su comportamiento en el pasado. En redes sociales, han resurgido videos de incidentes previos, como la publicación de CNN que muestra a Combs golpeando violentamente a Cassie en 2016. Incluso otros artistas, como 50 Cent, han anunciado la creación de contenido relacionado con los escándalos de Diddy, como una docuserie que será transmitida en Netflix.
Las acusaciones no solo apuntan a Combs, sino que también sugieren que otras personas cercanas a él podrían estar involucradas en esta supuesta red de explotación. Según informes, varias de las actividades ilegales habrían contado con la colaboración de empleados y socios del rapero, quienes ayudaban a organizar los encuentros sexuales multitudinarios. La fiscalía del distrito Sur de Nueva York ha indicado que tienen pruebas contundentes, incluyendo videos que documentan estos eventos, muchos de los cuales habrían sido grabados sin el consentimiento de los participantes.
"Freak offs"
Las fiestas organizadas por Sean "Diddy" Combs, también conocidas como "Freak offs", eran un espectáculo en el mundo del entretenimiento, conocidas por su lujo y la presencia de celebridades de Hollywood, estrellas del deporte y artistas musicales. No obstante, ahora se ha destapado que en estas fiestas se llevaban a cabo delitos sexuales y de extorsión.
Uno de los ejemplos más destacados es la fiesta de 2009 organizada por Diddy junto a Ashton Kutcher, en la que todos los invitados, incluidos actores y deportistas, vestían de blanco, en línea con el código de vestimenta de la celebración. Aunque el ambiente era festivo, con música y baile alrededor de una piscina, la realidad detrás de estas reuniones era mucho más perturbadora. Mientras la fiesta "oficial" tenía lugar, algunas personas eran llevadas a áreas privadas de la mansión donde ocurrían abusos sexuales, que eran grabados con el fin de extorsionar a las víctimas.
Una fuente cercana a estas fiestas, que ha hablado de forma anónima, relató al diario The New York Post cómo se realizaban estas actividades clandestinas. Según su testimonio, en una de las fiestas, Diddy lo recibió en bata de baño para hacer un intercambio de drogas, y en las áreas privadas pudo presenciar escenas de abuso sexual entre varios asistentes, incluidas celebridades del rap y el deporte.
Las investigaciones actuales han revelado que Diddy utilizaba estas fiestas para grabar encuentros sexuales no consensuados y chantajear a las víctimas con la amenaza de hacer públicos los videos. Además, se han encontrado grandes cantidades de drogas, armas y material de grabación en su mansión de los Hamptons.
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