Cremas inflamables y un cigarrillo provocan la muerte de un ex prisionero en un incendio
El punto de origen del incendio fue la cama en el dormitorio principal, y se encontraron materiales para fumar en el área, lo que indica que McKee posiblemente se quedó dormido mientras fumaba
Un trágico accidente en junio del año pasado provocó la muerte de Eugene McKee, un ex prisionero del Ejército Republicano Irlandés (IRA), cuando la crema a base de petróleo que aplicaba en su piel se incendió mientras fumaba en su cama. McKee, de 66 años, fue hallado sin vida por su expareja en su hogar en Twinbrook, Belfast (Irlanda). Durante una investigación forense en el tribunal de Laganside, se revelaron los detalles de los últimos momentos de su vida.
McKee, quien fue encarcelado en 1991 por su participación en atentados con bombas del IRA, solía utilizar cremas inflamables, según testificó el comandante de guardia del Servicio de Bomberos y Rescate de Irlanda del Norte, Les McAteer. El punto de origen del incendio fue la cama en el dormitorio principal, y se encontraron materiales para fumar en el área, lo que indica que McKee posiblemente se quedó dormido mientras fumaba o dejó caer un cigarrillo encendido.
La investigación reveló que McKee sufría de varios problemas de salud, incluidos dos ataques cardíacos y una condición pulmonar, lo que lo hacía especialmente vulnerable. Además, en los meses previos a su muerte, mostraba signos de paranoia extrema, creyendo que algunas personas trataban de perjudicarlo. A pesar de estos síntomas, decidió darse de alta del hospital en contra de las recomendaciones médicas.
La expareja de McKee, Charlene Nellins, explicó que acudió a su casa junto a su hijo tras ser alertada por los vecinos debido a una alarma de humo que había estado sonando durante una hora. Al llegar, encontraron a McKee acurrucado junto a una ventana, en lo que parecía un intento de escapar de las llamas.
La forense Abbe-Louise Toal concluyó que la causa de la muerte fue inhalación de monóxido de carbono y humo, exacerbada por la inflamabilidad de las cremas emolientes que McKee usaba. "El humo habría llenado rápidamente la habitación, abrumando al fallecido", agregó.
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