Mueren tres jóvenes tras estrellarse contra un autobús cuando volvían de un funeral

Tres jóvenes de Tonyrefail (Gales) fallecieron en un accidente que tuvo lugar el pasado 11 de diciembre. Jesse Owen (18 años), Callum Griffiths (19) y Morgan Smith (18) murieron cuando el Audi A1 en el que viajaban impactó contra un autobús, partiendo el coche en dos. Según la investigación realizada este viernes, Jesse, quien conducía el automóvil, superaba la tasa de alcohol y llevaba a seis personas en el vehículo, diseñado para transportar solo cinco.

Los amigos volvían de un funeral y habían estado en un pub, donde bebieron como mínimo tres pintas cada uno. La velocidad excesiva de Jesse y la falta de atención en la curva resultaron fatales. El pasajero sobreviviente, Ellis Williams, relató a la policía que notó que Jesse conducía rápido, pero no se preocupó hasta el momento en que vio el autobús acercarse. Según sus declaraciones, el impacto fue inevitable, y la fuerza de la colisión partió el vehículo.

En la audiencia en Pontypridd, se reveló que Jesse había dicho a su madre que no planeaba beber mucho debido a que trabajaría al día siguiente. Sin embargo, la autopsia determinó un nivel de alcohol en sangre de 113 mg por 100 ml, superando el límite de 80 mg. Testigos del accidente afirmaron haber visto al Audi viajar a gran velocidad en las carreteras de los valles del sur de Gales antes del accidente.

Las familias de los jóvenes fallecidos expresaron su devastación a través de homenajes. La familia de Jesse destacó que era un joven amable y prudente al volante, describiéndolo como una persona leal, generosa y de buen corazón. La familia de Morgan recordó a su hijo como un boxeador prometedor con una carrera brillante por delante, un joven muy querido por sus amigos y familiares. Por su parte, los padres de Callum hablaron de su hijo como un campeón mundial de kickboxing y un joven apasionado por su trabajo como barbero, con una sonrisa que iluminaba cualquier habitación.