Un joven se suicida después de que le destrocen la cara con un trasplante de barba fallido
El trasplante salió mal y el joven entró en depresión
Un joven francés de 24 años, Mathieu Vigier Latour, se suicidó tras someterse a un trasplante de barba fallido en Turquía. Seducido por el bajo precio de 1.300 euros, cinco veces menos que en Francia, Mathieu viajó a Estambul en marzo para iniciar el procedimiento, convencido por el supuesto respaldo del Ministerio de Salud turco.
Sin embargo, descubrió que el trasplante había sido realizado por un agente inmobiliario sin licencia médica, quien perdió 1.000 de los injertos de la cabeza de Mathieu, causando un crecimiento de barba irregular y doloroso.
Según su padre, Jacques, el resultado fue devastador, con cabello creciendo en ángulos extraños y provocando un dolor constante. La experiencia sumió a Mathieu en una depresión severa y en un trastorno dismórfico corporal.
Desesperado por una solución, su familia contactó a un especialista en Bélgica, quien confirmó que el cuero cabelludo no podría recuperar los injertos perdidos. Aislado y sin esperanza, Mathieu decidió acabar con su vida tres meses después de la operación.
Jacques Vigier Latour ahora se dedica a crear conciencia sobre los peligros del turismo médico de bajo costo. Con la esperanza de que su historia ayude a otros, considera que esta labor es un “homenaje a Mathieu” y un esfuerzo para evitar que otros jóvenes caigan en situaciones similares.
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