La impactante historia de una niña estadounidense: la dieron por muerta en un incendio pero estuvo secuestrada seis años
La madre de Delimar Vera nunca dejó de creer que su hija estaba viva, siguiendo un instinto maternal que, con el tiempo, demostraría ser acertado
En diciembre de 1996, un incendio devastó la casa de Luz Cuevas y Pedro Vera en Filadelfia, donde su hija de 10 días, Delimar Vera, estaba durmiendo en el segundo piso. Las autoridades inicialmente presumen que Delimar murió en el fuego. Sin embargo, la madre nunca dejó de creer que su hija estaba viva, siguiendo un instinto maternal que, con el tiempo, demostraría ser acertado.
Seis años después del trágico incidente, Luz se encontraba en una fiesta de cumpleaños cuando vio a una niña llamada Aaliyah. Inmediatamente sintió que esa niña era su hija, Delimar. Según The Guardian, la intuición de Luz la llevó a investigar más a fondo, sin dejarse convencer por las conclusiones oficiales.
Luz, convencida de que Aaliyah era su hija, recogió un mechón de cabello de la niña y lo entregó a la policía para realizar una prueba de ADN. En una entrevista con el programa This Morning, Delimar explicó que, desde joven, tenía un distintivo físico —unos hoyuelos— que le recordaban a Luz. Además, recordó cómo su madre biológica siempre le decía: "La sangre llama", refiriéndose a la poderosa conexión que sentía con ella.
El análisis de ADN confirmó que Aaliyah era, de hecho, Delimar Vera. Durante seis años, Delimar había vivido con Carolyn Correa en Willingboro, Nueva Jersey, a tan solo 15 millas de Filadelfia. A partir de ese momento, la vida de Delimar cambió de manera drástica, y los medios de comunicación rápidamente tomaron control de su historia. En This Morning, Delimar compartió que, al principio, la atención mediática le pareció emocionante, pero pronto se convirtió en una carga. Los periodistas le impedían incluso entrar a su casa por la puerta principal.
La historia de Delimar fue documentada en una serie de tres episodios titulada The Hand that Robbed the Cradle de Fremantle. En una entrevista con Variety, Delimar habló sobre la crisis de identidad que experimentó al descubrir que tenía dos familias, y cómo luchó por encontrar su lugar. A medida que crecía, Delimar enfrentó dificultades emocionales. Se mudó con su padre tras una pelea con su madre, pero a los 15 años terminó en una casa de acogida. En The Guardian, comentó sobre cómo, durante su adolescencia, se sintió perdida e indigna debido a la experiencia del secuestro.
Fue a los 20 años cuando Delimar comenzó a cambiar su perspectiva sobre sí misma. Ya no se veía como una víctima, sino como una mujer que había vivido una experiencia única. A partir de ese momento, decidió enfocarse en mejorar su vida. Hoy en día, Delimar está casada con Isaiah y vive en Filadelfia con su hijastro de 11 años. A pesar de las dificultades del pasado, sigue en contacto con sus padres biológicos varias veces a la semana, según The Guardian.
El secuestro de Delimar, aún envuelto en misterio, sigue siendo un tema que intriga a la sociedad. En This Morning, Delimar señaló que no siente la necesidad de confrontar a Carolyn Correa, ya que, según ella, la mente de Correa es difícil de entender y no cree que la mujer le diga la verdad. Delimar también insinuó la posibilidad de que Correa no hubiera actuado sola, sugiriendo que pudo haber tenido un cómplice en este oscuro suceso.
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