En una dramática tragedia ocurrida en la estación de esquí de Kartalkaya, Turquía, al menos 66 personas han muerto y 51 han resultado heridas luego de un violento incendio que arrasó con el hotel Grand Kartal. Los horrorizados huéspedes se vieron forzados a saltar desde las ventanas o a intentar escapar mediante sábanas, mientras las llamas devoraban el edificio de 12 plantas en pleno corazón de las montañas de Bolu.
El incendio comenzó de madrugada, alrededor de las 3:30 a.m., y rápidamente se extendió desde el restaurante del hotel. Testigos presenciales describieron una escena dantesca, en la que varios intentaron escapar de las llamas ardiendo, algunos cayendo desde alturas mortales al saltar del edificio en pánico. "Fue como el apocalipsis. Las llamas envolvieron el hotel inmediatamente", comentó Mevlut Ozer, quien presenció el evento.
Las autoridades turcas han detenido a cuatro personas, incluido el propietario del hotel, mientras se investiga la causa del incendio. La tragedia se ha visto acompañada de una gran polémica, ya que algunos huéspedes han denunciado que no sonaron las alarmas y que las puertas de emergencia estaban bloqueadas, dejando a muchos atrapados en el humo y las llamas.
A pesar de que el hotel había pasado una inspección de seguridad el año pasado, las circunstancias del desastre siguen siendo motivo de interrogantes. El ministro de Turismo, Mehmet Nuri Ersoy, ha prometido que se investigará a fondo y que los responsables serán identificados y castigados con todo el rigor de la ley.
Este incendio es solo el último de una serie de incidentes relacionados con la seguridad en instalaciones turísticas. Tan solo unas horas después, una explosión de gas en otro hotel de esquí en el centro del país dejó varios heridos, avivando aún más la preocupación por la seguridad en estos complejos turísticos durante la temporada alta.
Con el país en duelo, las autoridades turcas han prometido que tomarán "todas las medidas" para esclarecer lo sucedido, mientras los huéspedes sobrevivientes siguen siendo atendidos en hospitales cercanos. Este devastador incidente pone de nuevo en el centro de atención la seguridad en los establecimientos turísticos y deja una profunda herida en la comunidad local y más allá.
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