Tragedia en Oklahoma: una nieta y su novio asesinan a sus abuelos

En Dewey, Oklahoma, a solo 45 millas al norte de Tulsa, una tragedia conmocionó a toda la comunidad. El 19 de diciembre de 2022, Deborah Dutton y Larry Dutton, un matrimonio respetado por sus vecinos, fueron brutalmente asesinados en su propia casa. Los responsables de este crimen resultaron ser dos personas muy cercanas a ellos: su nieta de 17 años, Heidi Dutton, y su novio, Lucas Anthony Walker, de 22 años.

Larry Dutton, de 73 años, había dedicado gran parte de su vida al servicio militar como Master Staff Sergeant en la Fuerza Aérea de Estados Unidos y había trabajado como gerente del Aeropuerto Lt. William M. Milliken en Eureka, Kansas. Su esposa Deborah, también veterana de la Fuerza Aérea y retirada como Staff Sergeant, era conocida por su talento como chef. Ambos fueron hallados enterrados en una tumba poco profunda en el patio trasero de su hogar, tras una macabra serie de eventos que han dejado a todos perplejos.

Según las investigaciones, Walker confesó ser el autor material del asesinato. En una noche fatídica, disparó a Deborah cuando esta abrió la puerta de su dormitorio y luego le cortó la garganta. Larry intentó defenderse, pero fue atacado con un cuchillo después de que el arma de Walker se atascara. Larry sufrió múltiples heridas en la cara, el pecho y el estómago antes de sucumbir. Los cuerpos fueron envueltos en sábanas y arrastrados fuera de la casa, pero no sin dejar rastros. La sangre de las víctimas traspasó el suelo, y un fuerte olor a productos de limpieza como lejía impregnó el lugar cuando la policía llegó para realizar una verificación de bienestar.

Un video de la cámara de seguridad Ring fue clave en la investigación. Este mostraba a Walker y Heidi arrastrando un cuerpo envuelto en una sábana hacia el exterior. Más tarde, un antropólogo descubrió un área de tierra alterada en el patio trasero, donde finalmente se hallaron los cuerpos.

El motivo del crimen parece tan escalofriante como inexplicable. Según el fiscal Will Drake, Heidi y Walker planeaban “escapar juntos” y decidieron eliminar a los abuelos como obstáculo para su relación. Sin embargo, tras los asesinatos, ambos se quedaron en la casa de las víctimas, intentando simular una vida cotidiana. Heidi admitió haber ideado el plan y le dijo a Walker que quería que sus abuelos murieran.

Walker, quien se declaró culpable de dos cargos de asesinato en segundo grado, fue condenado a 35 años de prisión. Heidi, por su parte, enfrenta un futuro incierto. Renunció a un juicio con jurado y tiene pendiente una audiencia de declaración y sentencia programada para el 5 de marzo. También se está investigando su afirmación de haber sido víctima de abuso físico por parte de sus abuelos, lo cual podría influir en su condena.