A prisión un lampista por cobrar 80.000 euros a una anciana por repararle la caldera
El tribunal ratifica la condena de cinco años y medio para el estafador, que dejó a la víctima casi sin ahorros
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la condena de cinco años y seis meses de prisión para un lampista que estafó cerca de 80.000 euros a una anciana con deterioro cognitivo en concepto de reparación de una caldera.
La sentencia, dictada por la Sala de lo Civil y Penal con sede en Burgos, rechaza el recurso de apelación del acusado y ratifica la decisión de la Audiencia de Valladolid, que ya había condenado al trabajador por un delito continuado de estafa agravada.
Un plan premeditado para aprovecharse de la anciana
Los hechos ocurrieron entre junio y diciembre de 2022, cuando la víctima, que vivía sola y percibía una pensión de 736 euros, contactó con el lampista para cambiar su caldera dañada. El acusado, que la conocía de trabajos previos, se ganó su confianza y urdió un plan para beneficiarse de su vulnerabilidad.
Al principio, solicitaba pequeñas cantidades de entre 100 y 200 euros, pero con el tiempo los importes aumentaron hasta superar los 2.000 euros por transacción. En total, logró que la anciana le entregara 79.692 euros, dejando su cuenta bancaria prácticamente vacía: pasó de tener más de 91.000 euros en ahorros a solo 188,90 euros.
El engaño quedó al descubierto cuando la sobrina de la víctima detectó los movimientos financieros y decidió denunciar los hechos.
Pruebas irrefutables y condena firme
Durante el juicio, se presentaron pruebas contundentes contra el acusado, incluyendo anotaciones manuscritas de la anciana detallando los pagos y registros de llamadas telefónicas que coincidían con las extracciones bancarias. Además, la Policía Nacional verificó que el lampista acompañaba a la víctima al banco para retirar dinero.
El tribunal lo halló culpable de estafa agravada, al superar los 50.000 euros y dejar a la víctima en una situación de precariedad. Como parte de la condena, deberá devolver la totalidad del dinero defraudado, más los intereses correspondientes.
"Me ha dejado con cuatro duros"
Durante su testimonio, la víctima expresó su tristeza y desesperación: "Después de esto, ya no puedo viajar, que era lo que más me gustaba. Me queda la pensión y cuatro duros en el banco".
Pese a declararse inocente, la defensa del acusado no logró demostrar que la anciana entregó el dinero voluntariamente. Además, el condenado tenía antecedentes por otro delito de estafa, lo que reforzó la decisión judicial.
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