Masacre en centro comercial de Texas deja 9 muertos y 7 heridos en tiroteo

Nueve personas perdieron la vida y siete resultaron heridas tras un tiroteo en el Allen Premium Outlets, un centro comercial ubicado a unos 30 minutos al norte de Dallas, Texas, el pasado sábado. El agresor, vestido con ropa táctica negra, abrió fuego en el estacionamiento antes de ser abatido por la policía y, posteriormente, muerto. 

El jefe de policía de Allen, Brian Harvey, informó que un oficial que se encontraba en el centro comercial en respuesta a una llamada no relacionada con el tiroteo, escuchó los disparos, corrió hacia el sonido y logró "neutralizar la amenaza".

De las nueve personas que fueron trasladadas a hospitales cercanos para recibir tratamiento, dos murieron a causa de sus heridas, según informó el jefe de bomberos de Allen, Jonathan Boyd. Testigos presenciales del tiroteo relataron haber visto a niños entre las víctimas. Uno de ellos afirmó: "Rezo para que no sean niños, pero parecían niños". Respecto a la situación de los heridos, de entre cinco y 61 años, tres recibieron "cirugías críticas" y cuatro están "en condición estable", indicó el jefe policial.

Un video grabado desde la cámara del tablero de un coche, mostró al atacante detener su sedán plateado, abrir la puerta del conductor y comenzar a disparar contra los transeúntes, mientras que las personas a su alrededor corrían para salvar sus vidas. Según testigos, el agresor parecía estar disparando su arma en todas las direcciones. La policía cree que el atacante actuó solo y que no existe otra amenaza en este momento. Las autoridades registraron la casa del agresor en el noreste de Dallas, donde se presume vivía con sus padres, en una operación que también involucró al FBI.

El centro comercial permaneció cerrado mientras la policía llevaba a cabo su investigación. Este trágico incidente se suma a la creciente preocupación sobre la violencia armada en Estados Unidos, especialmente en espacios públicos como centros comerciales, escuelas y lugares de trabajo. 

La masacre de Texas eleva a 199 el número de tiroteos masivos en Estados Unidos este año, según la ONG Gun Violence Archive, que define estos sucesos como aquellos en los que cuatro o más personas mueren, excluyendo al perpetrador del ataque.