Acusan a tres exoficiales de policía por la muerte de un hombre afroamericano tras ser electrocutado con pistolas eléctricas
La comunidad y los defensores de los derechos civiles esperan que este caso marque un precedente en la lucha contra la brutalidad policial.
Tres exoficiales de policía han sido acusados por un gran jurado en Mississippi en relación con la muerte de Keith Murriel, un hombre afroamericano de 41 años. Murriel perdió la vida tras ser sometido y electrocutado repetidamente con pistolas eléctricas por los agentes que lo arrestaron en Nochevieja.
El fiscal del distrito de Hinds County, Jody Owens, hizo el anuncio esta semana, señalando que Kenya McCarty y Avery Willis enfrentan cargos de asesinato en segundo grado, mientras que James Land ha sido acusado de homicidio culposo. La gravedad de estos cargos refleja las acciones llevadas a cabo por los exoficiales durante el arresto de Murriel.
La ciudad de Jackson también ha hecho público un extenso metraje de las cámaras corporales que capturaron el incidente. El video muestra a las autoridades, supuestamente los exoficiales, utilizando las pistolas eléctricas contra Murriel en múltiples ocasiones mientras intentaban esposarlo. Incluso después de haberlo subido al vehículo policial, pero con sus piernas fuera, los agentes lo electrocutaron nuevamente. En el video, se escucha claramente a Murriel implorando a los oficiales que se detengan.
El metraje también revela que Murriel fue dejado solo en la parte trasera del vehículo durante un período prolongado, según informes de Associated Press. Cuando finalmente llegó una ambulancia, ya no respiraba. Aunque fue trasladado a un hospital local, fue declarado muerto poco después. El abogado de la familia Murriel, Daryl K. Washington, ha denunciado la cantidad de fuerza utilizada por los exoficiales, calificándola como "totalmente innecesaria" y señalando que su cliente murió de manera "lenta y dolorosa".
La acusación de estos exoficiales ha traído algo de alivio a la familia de Murriel, quienes han manifestado su deseo de que se haga justicia en este caso. El abogado de la familia ha subrayado que esta acusación representa solo el primer paso en un largo proceso legal y espera que los oficiales sean responsabilizados plenamente por sus acciones indebidas.
El caso de Keith Murriel se suma a una serie de situaciones en las que las acciones policiales han dado como resultado la muerte de personas de color, lo que ha avivado un debate nacional sobre el uso excesivo de la fuerza y la necesidad de reformas en los departamentos de policía.
Actualmente, no está claro si McCarty, Willis o Land han presentado una declaración ante los cargos. La abogada de McCarty, Francis Springer, ha indicado que su cliente planea declararse no culpable, alegando que no cree ser culpable del delito que se le imputa ni de ningún otro delito.
El proceso legal continuará y se espera que se lleve a cabo un juicio para determinar la culpabilidad o inocencia de los acusados. Mientras tanto, la comunidad y los defensores de los derechos civiles permanecerán atentos para asegurarse de que se haga justicia y abogarán por cambios significativos en el sistema de justicia penal para prevenir tragedias similares en el futuro.
Este caso ha generado una gran indignación y preocupación en la comunidad debido al uso repetido y excesivo de las pistolas eléctricas por parte de los exoficiales. El video del incidente, que se ha compartido públicamente, ha aumentado la conciencia sobre el uso de la fuerza por parte de la policía y ha intensificado el llamado a reformas en los departamentos policiales.
La causa de la muerte de Murriel ha sido determinada como una arritmia cardíaca, clasificada como homicidio. Esta revelación respalda aún más las acusaciones presentadas contra los exoficiales.
La esperanza de la familia de Keith Murriel y de muchas personas es que este caso marque un precedente importante en la lucha contra la brutalidad policial y sirva como un catalizador para la transformación del sistema.
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