¡Alerta en Terrassa! Más de 750 contenedores quemados desde 2019

La quema de contenedores en Terrassa sigue siendo un problema persistente, aunque con menor impacto que en otros municipios de tamaño similar. Desde 2019, un total de 758 contenedores han sido incendiados en la ciudad, generando un gasto de casi 300.000 euros para las arcas municipales. A pesar de la gravedad de la situación, la cifra sigue estando por debajo de la de otras localidades como L’Hospitalet de Llobregat, donde en el mismo periodo se han registrado 927 casos.

Los años más conflictivos: 2020 y 2021

Según datos del Ayuntamiento, los años con más incidentes fueron 2021, con 167 contenedores calcinados, y 2020, con 125. En los años siguientes, la tendencia se ha ido reduciendo, hasta alcanzar 90 contenedores quemados en 2023, una cifra que el consistorio considera "positiva" porque sugiere una disminución en estos actos vandálicos.

El problema no parece concentrarse en una zona concreta de la ciudad, ya que los incendios de contenedores se han registrado de manera uniforme en diferentes barrios. Sin embargo, el gobierno municipal insiste en que se trata de una conducta incívica que debe ser erradicada.

Más concienciación y medidas disuasorias

Desde el Ayuntamiento, además de hacer un llamamiento al civismo, han intensificado las campañas de concienciación para prevenir estos actos vandálicos. “Es importante recordar que estos contenedores los pagamos entre todos y que cumplen una función esencial en la gestión de residuos”, señalan fuentes municipales.

Para combatir el problema, también se han implementado medidas económicas disuasorias. Cuando la Policía Municipal identifica a los responsables de estos incendios, se les obliga a asumir los costes de reposición, retirada, limpieza y sustitución del contenedor.

El coste total de reponer los 758 contenedores quemados desde 2019 asciende a 298.384 euros, de los cuales casi 50.000 corresponden solo al año pasado. La quema de contenedores no solo supone un gasto significativo, sino que también afecta a la calidad de vida y a la seguridad de los vecinos.

El Ayuntamiento espera que, con mayor concienciación y sanciones económicas más contundentes, estos incidentes sigan disminuyendo en los próximos años.