Tres y medio años antes, la guerra mundial había terminado. Después de un arduo trabajo las naciones se organizaron y empezaron a legislar, sin ocurrencias y sin prisas; el tema central fue garantizar la paz, evitar en la medida de lo posible que todos, con sus diferencias pudieran unirse en lo fundamental o sea la paz y aprender a ser tolerantes en las diferencias. Ya casi llegaban a las doscientas reuniones, cuando el tema fue definir lo que serían para todos por igual los llamados derechos humanos universales. Un diez de diciembre de 1948, allá en París, nación donde se suscribió el fin de la segunda guerra mundial en su sesión plenaria 183, se escribieron 30 derechos y libertades, que aún hoy siguen siendo vigentes, sencillos y base de muy diversas leyes internacionales y locales para describir la forma en que deben entenderse los deberes y las prerrogativas de cualquier persona en nuestro planeta llamado tierra.
Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo; de prioridad; a la identidad; a vivir en familia; a la igualdad sustantiva; a no ser discriminado; a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral; son privilegios de Usted que está próximo a otra celebración que se supone tiene vigencia desde hace dos mil años y que no entiende porque la injusticia de carecer de ingresos dado que hace cuatro años sin mediar causa justificada se quedó sin empleo. Otros más privilegiados, se ven en la necesidad de usar algo de violencia –cerrar calles, vociferar molestando a otros para hace notar sus derechos- a fin de lograr le paguen lo que ya ha trabajado. Unos más arriesgan su vida por defender el entorno que hace cada día más escasa el agua y menos fértil la tierra ¿Cómo lograr justicia en la distribución de los recursos del mundo si aquellos que debieran hacerlo no saben cuál es el camino? ¿Privilegiar la ganancia -pecuniaria o de control de grupo o individual- constituye en sí mismo una violación a los derechos humanos? ¿Y que si la ambición de un “superior” hace lo que cree conveniente para perjudicar a alguien que ganó en las urnas?
Sin ser necesariamente en ese orden la mayoría de las personas consideran a la vida y la libertad como lo derechos humanos universales más importantes, pues resultan esenciales al brindarnos garantías como la justicia, diversas libertades –de religión, de ocupación, de expresión, de conocimiento, etc.- que nos permita de manera igualitaria la posibilidad de desarrollarnos plenos y saludables ¿Es eso posible cuando consuetudinariamente se nos ofende, denosta o califica negativamente al grado de provocar animadversión de todos los que nos rodean?. ¿Que no la declaratoria de los derechos humanos se dio en el marco del anhelo de paz que privilegia la ONU? Hay en México una sensación mayoritaria de que se están violando cotidianamente esos privilegios por ejemplo en contra de periodistas a quienes se les señala por la práctica de su libertad de opinión y expresión sin más alternativas que emigrar a un país ajeno o morir si aquí se quedan. Y qué decir del apabullante número de víctimas de toda clase de delitos: desparecidos, muertos, violados, robados, extorsionados ¿Pueden ellos o sus familiares exigir una reparación del daño que se les ha ocasionado? ¿Qué dicen las leyes de cada país sobre la forma en que puede hacerse valer la vigencia de tales derechos universales en el ámbito local? ¿y qué hacer si los gobiernos locales, no cumplen con lo que sus sociedades han aprobado bien ser de manera representativa o participativa?
Justo en la semana en donde se recordaba las categorías de Universales, Inalienables, Irrenunciables, Imprescriptibles, Indivisibles en América, este maravillo continente, varios eventos nos recordaron quizá de la forma más estricta lo que significa eso de los derechos humanos. En los estados unidos de América del norte, avanzaron los procesos para castigar a un hombre adinerado que en más de una ocasión ha violentado las leyes aprovechándose de su populismo ¿Seguirá Trump en su postura vanidosa de que sólo él puede conducir a dicha nación? Pero en el extremo sur del continente, una mujer viuda parte de otro grupo populista, fue condenada a seis años de cárcel y la imposibilidad de ocupar puestos de gobierno por razones similares. ¿Cuál es el límite de la soberbia de creer que solo ella tiene poder para manejar a la Argentina según su visión sin tomar en cuenta la opinión de la sociedad? Pero en el colmo de los colmos y aderezado con lo inmenso y dañino que son los actos de ignorancia, implicó a unos agentes de seguridad impidiendo a un presidente escapar de la justicia lo cual implicaba el violar la constitución de manera grotesca; y lo que es peor, otro gobernante –Lula da Silva- supuestamente del grupo de izquierda opinó que consideraba que la detención y ocurrido en el Perú si se ha hecha acorde la constitución. Siendo los derechos humanos un conjunto de normas vinculantes en el plano internacional ¿Habrá alguna consecuencia para México?
Por lo pronto la Cumbre de la Alianza del Pacífico, convocada y organizada por el presidente mexicano, ha sufrido ya dos tropiezos. Hoy que celebramos 200 años de relación con USA, no habrá mañanera y veremos quienes y a que vienen los funcionarios del norte. En este contexto, habrá que seguir la pista al llamado plan B para destruir la democracia que tanto ha costado a los mexicanos crear, mantener y defender. ¿También las ocurrencias son defendibles en instancias de derechos humanos? ¿Hacia dónde caminar cuando incluso la comisión de derechos humanos de México, también ha sido golpeada y prostituida? Quizá lo mejor es hacerle caso a mi abuelo y poner las barbas a remojar ahora que estamos mirando afeitar a nuestros vecinos.
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