Barcelona y Ámsterdam comparten sus visiones sobre la gestión del turismo
Jordi Valls se ha reunido con su homólogo en la capital de los Países Bajos, Sofyan Mbarki
El teniente de Alcaldía de Economía, Hacienda, Promoción Económica y Turismo del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Valls, se ha reunido esta semana con su homólogo en Ámsterdam, Sofyan Mbarki, para intercambiar ideas y compartir políticas sobre la gestión del turismo en sus respectivas ciudades.
Durante el encuentro, ambos representantes discutieron estrategias innovadoras para lograr que el turismo genere un mayor impacto positivo en las economías locales y beneficie directamente a los ciudadanos. Los temas abordados incluyeron la sostenibilidad, la digitalización y la colaboración público-privada como pilares fundamentales para alcanzar estos objetivos.
Barcelona y Ámsterdam enfrentan retos similares en el ámbito turístico, aunque sus contextos presentan también diferencias. Ambas ciudades son destinos turísticos de renombre en Europa, lo que les plantea desafíos como la masificación, la saturación de infraestructuras y el impacto sobre los residentes locales. Sin embargo, Barcelona, al ser una ciudad mediterránea, experimenta un turismo estacional más acentuado durante los meses de verano, mientras que Ámsterdam, con su enfoque en el turismo cultural y su atractivo durante todo el año, recibe una afluencia más constante de visitantes.
Para abordar estos desafíos, Valls y Mbarki trataron temas clave como la regulación y el control de la oferta de alojamiento turístico. En este aspecto, ambas ciudades han adoptado políticas de control sobre plataformas de alquiler a corto plazo, como Airbnb, buscando reducir la presión en los mercados de vivienda y asegurar que los residentes no se vean desplazados por la creciente demanda turística. Asimismo, discutieron las estrategias de vivienda que ambos municipios están implementando para equilibrar las necesidades de los residentes con el desarrollo del turismo.
Los representantes también intercambiaron experiencias sobre cómo fortalecer el comercio local y preservar los establecimientos emblemáticos, en un esfuerzo por proteger la identidad de los barrios históricos y el patrimonio cultural de cada ciudad. En este sentido, tanto Barcelona como Ámsterdam están explorando medidas para proteger la autenticidad de sus espacios urbanos y evitar la “gentrificación turística”, que tiende a transformar el tejido comercial en áreas centradas exclusivamente en el consumo turístico, desplazando a los negocios tradicionales.
Ambas ciudades reconocen la necesidad de un enfoque turístico más sostenible y han identificado el desarrollo de políticas conjuntas y la cooperación entre los sectores público y privado como elementos cruciales para el futuro del turismo urbano. Con iniciativas compartidas y adaptadas a sus respectivos contextos, buscan promover un turismo que sea beneficioso tanto para los visitantes como para las comunidades locales, protegiendo el patrimonio cultural y garantizando una mayor sostenibilidad en el desarrollo turístico.
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