Un turista ruso llamado Pavel Smirnov, de 32 años, se salvó milagrosamente de la muerte después de que un rayo le alcanzara mientras bailaba en un muelle en el popular centro turístico de Batumi, Georgia. Las cámaras de seguridad capturaron el dramático momento en el que Pavel, disfrutando de sus vacaciones con su hermano y un amigo, fue golpeado por el rayo y cayó al suelo, dejando atónitos a los presentes.
Al caer al suelo, Pavel creyó que estaba a punto de morir. Describió el horror del momento: "Lo primero que vi fue un túnel de luz. Estás bailando y, un segundo después, sientes que estás muriendo". A continuación, relató cómo se sintió en el momento: "Todo arde como si estuviera en el infierno, me cuesta respirar, y mis brazos y piernas no responden". Pensó que su fin estaba cerca, con su cuerpo en llamas y un dolor insoportable recorriéndole las entrañas.
Su hermano, que milagrosamente salió ileso junto con su amigo, apagó las llamas que envolvían la camiseta del afectado. Al recuperar la conciencia, Pavel estaba convencido de que había quedado discapacitado. "Sentía dolor por las quemaduras en todas partes, desde los intestinos hasta las piernas, y respirar era casi imposible", recordó. Añadió que, en ese momento, pensó: "Bueno, parece que la muerte es algo normal; es una pena que todo termine tan rápido".
Las zapatillas de Pavel quedaron destrozadas y su piel mostraba quemaduras severas. Sus pantalones cortos estaban tan dañados que parecían haber recibido disparos. A pesar de la gravedad del incidente, Pavel tuvo la fortuna de no sufrir heridas mayores. Los médicos lo describieron como un "milagro", considerando que la mayoría de las personas no sobreviven a un impacto directo de un rayo con tan pocos daños.
Pavel fue hospitalizado para observación, pero los médicos esperan que pronto pueda regresar a casa. Aunque su experiencia fue aterradora, su supervivencia es un recordatorio asombroso de los impredecibles milagros que pueden ocurrir en medio de la adversidad.
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