El presidente del Port de Tarragona, Santiago Castellà, ha defendido que el enclave tiene una "misión" con el territorio porque es, en sus palabras, un servicio público y debe ser una estación de activa transformación territorial, hecho que, según él, se debe traducir en la creación de varios 'hubs', entre ellos logísticos, de reindustrialización, cultural y de sostenibilidad.