La ANC y los CDR sellan la paz tras el asalto al Parlament
Tras los enfrentamientos por la organización de la manifestación en la Ciudadela de Barcelona, ambas entidades han decidido reanudar la coordinación de actividades.
La Asamblea Nacional Catalana y los comités de defensa de la república (CDR) han ultimado un pacto para presionar socialemnte en favor de la excarcelación de los políticos presos y se invista a Carles Puigdemont como ‘president’.
El 30 de enero, día de la investidura del president de la Generalitat, los CDR asaltaron el parque de la Ciudadela, desbordando a los Mossos. A media tarde, la ANC dio la consigna de que la gente se fuese a su casa y criticó la “violencia” de las acciones de los CDR, lo que motivó un agrio enfrentamiento entre ambos espacios independentistas.
Parece ser que el guion de la calle es el guion marcado por la CUP. Y el 1 de octubre es el referente. Esa jornada fue la demostración del empoderamiento de la gente frente al poder. Los CDR abrieron los colegios, superando al propio Gobierno de la Generalitat y daba igual que hubiese o no garantías, que el resultado pudiese asimilarse o no. Lo que se buscaba eran los colegios electorales abiertos como demostración de fuerza ante el Estado español.
Los próximos días serán cruciales porque habrá reuniones para estudiar acciones concretas y debatir la hoja de ruta tras el éxito del ‘asalto’ al Parlament.
Según fuentes de ERC, desde las filas de Junts per Catalunya (JxCAT) se dijo a los republicanos que si no quieren investir a Carles Puigdemont, que sea la propia Esquerra la que lo diga públicamente, mientras que desde las filas republicanas se quiere que sean los compañeros del propio Puigdemont los que pongan otro nombre encima de la mesa.
Pero hay una verdad incuestionable: nadie le ha dicho a Carles Puigdemont que dé un paso al lado y deje sitio a otro candidato.
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