Las bases unionistas e independentistas de UGT colisionan en la demarcación de Tarragona
Los ánimos sindicales de los delegados de UGT en las comarcas de Tarragona que asistían a la asamblea convocada por la dirección, son unánimes en mostrar la contrariedad, e incluso el rechazo, a la posición adoptada por la dirección catalana de la UGT de asistir a la manifestación del pasado 15 de abril.
Los ánimos sindicales de los delegados de UGT en las comarcas del Camp de Tarragona que asistían a la asamblea convocada por la dirección, son unánimes en mostrar la contrariedad, e incluso el rechazo, a la posición adoptada por la dirección catalana de la UGT de asistir a la manifestación del pasado 15 de abril en defensa de la libertad de los políticos encarcelados por el juez Llarena.
Ros ha presidido la asamblea y ha tenido que escuchar todas las recriminaciones que le han hecho la práctica totalidad de delegados que han tomado la palabra en la misma y que han reclamado que se respete la pluralidad política de los delegados y afiliados del sindicato, que no se politice la organización ni su patrimonio histórico y que la dirección se dedique a los graves problemas que afectan a los trabajadores y trabajadoras y no a hacer seguidismo de determinadas posiciones ideológicas.
También hay que destacar que algunos sectores en los que la UGT suma muchos delegados y afiliados han decidido boicotear la asamblea y no asistir, como han sido los casos de químicas, metal o saneamiento urbano.
La fuga de delegados de UGT hacia el sindicato CSIF en la administración pública es un hecho en las comarcas de Tarragona, así como el peligro de escisión de algún sector importante del sindicato, resultado del profundo malestar generado dentro de esta organización por la decantación pro independentista de la dirección catalana de la UGT, que contrasta con el sentimiento más bien unionista de la mayoría de sus afiliados y delegados en las comarcas tarraconenses.
Estos sectores descontentos con Camil Ros no descartan una purga interna en el sindicato a fin de silenciar las voces más críticas, así como la afiliación masiva de activistas de ANC a UGT para controlar el sindicato, repitiendo el proceso que ya vivió el sindicato hace años y que llevó a un numeroso grupo de dirigentes juveniles de ERC a tomar el control de la organización juvenil de UGT en Cataluña: los disturbios, que, en la demarcación de Tarragona, no han capaces de generar estructura.
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