'The green fog', un cine de autor cómico y exquisito
El festival de cine de autor de Barcelona (DA Festival) ha presentado la nueva película de Guy Maddin, un director canadiense que hace un homenaje a 'Vértigo', 'San Francisco' y el cine, sin necesidad de rodar ni una sola toma.
El festival de cinema de autor de Barcelona (DA Festival) ha tenido desde su nacimiento en 2011 una estima especial por el cineasta canadiense Guy Maddin. Un director desconocido por el gran público pero apreciado por la crítica por su radicalidad.
Como no podía ser de otra manera, este año el DA Festival ha vuelto a proyectar no una sino dos películas de Maddin, el corto 'Accidence' seguido del largometraje 'The green frog'. Dos piezas exquisitas que han conseguido casi el lleno absoluto de la salas.
'Accidence' es una pieza de escasos diez minutos que casi podría actuar como videoclip en el que el Guy Maddin retrata las escenas que suceden en los balcones de una ciudad prestando atención en una sólo en durante el primer y último minuto del film. El resto de la película la cámara se aleja y se acerca, pero siempre manteniendo cierta distancia de esos balcones donde las vidas se suceden ajenas a la mirada de la cámara. En esos diez minutos las escenas que se viven en cada uno de esos balcones son tan caóticas como la vida actual.
Un retrato de la hiperactividad y estados de ánimo a veces absurdos en los que vivimos y que son tratados con total delicadeza. La distancia de la cámara permite todo lo que sucede, convirtiendo cada balcón en un pequeño escenario donde se suceden las locas representaciones de la vida.
Pero sin duda el largo merece una atención especial. En primer lugar, porque 'The green fog' debería ser presentada a todos los que creen que el cine de autor es lento, aburrido y dramático y afectado. Todo lo contrario. Maddin compone, entre otras cosas, un homenaje a la ciudad de San Francisco recopilando extractos de decenas de películas, en la mayoría de ocasiones cortando todos los diálogos y dejando la gestualidad de los actores provocando situaciones hilarantes para cualquier espectador, especialmente cuando aparecen extractos de films de Chuck Norris.
Pero más allá de la defensa de 'The green fog' como película para todo tipo de público, el valor principal del film es sobre todo el juego de composiciones con todas las películas que genera algo nuevo, incluso una trama. No hace falta que hablen los personajes de otras películas, no importa que en el plano contraplano cambien los actores y actrices. Esa es la gracia del cine, del montaje, como defendían los teóricos rusos de los años 20 o los 'enfants terribles' de la Nouvelle Vague Francesa. El montaje genera significado por sí solo y la continuidad narrativa en el cine no requiere ni de diálogo, ni de la precisión del raccord.
Y lo mejor de todo es que en este montaje de películas esta misteriosa 'niebla verde' es además un homenaje al 'Vértigo' de Alfred Hitchcock. La trama es exactamente igual pero sin que apenas aparezcan dos o tres escenas de ese film y en ningún momento se muestre a sus protagonistas.
'The green fog', en la que Maddin a contado con la colaboración en la dirección de Evan y Galen Johnson, es una gran película en sí misma, sin necesidad de grabar ni una solo toma nueva. Una película-homenaje triple: a San Francisco, a 'Vértigo' y a la capacidad del propio cine de generar un nuevo imaginario, incluso a partir de sí mismo. No se trata de metacine, se trata de relecturas posibles con lo ya compuesto para generar otro(s) significado(s). Y, especialmente, la capacidad de un director de crear algo irreverente, fascinante y misterioso con el poder del cine.
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