Quim Torra anuncia un "proceso constituyente" y lazos amarillos
Está previsto que sea Puigdemont quien gobierne desde Alemania con Elsa Artadi y Pere Aragonès como personas fuertes.
El candidato a la Presidencia de la Generalitat Quim Torra no usará el despacho de la Generalitat para visibilizar que se trata de un Govern provisional, ya que Carles Puigdemont pretende tomar las decisiones a distancia, y ha avanzado que si resulta elegido president en la fachada del Palau de la Generalitat lucirá un lazo amarillo en repulsa al encarcelamiento de los políticos catalanes.
Si el antiguo presidente de Òmnium Cultural logra hacerse con las riendas de la Generalitat, está previsto que sea Puigdemont quien gobierne desde Alemania con Elsa Artadi y Pere Aragonès como personas fuertes de su ejecutivo.
Si el Parlament avala la candidatura de Torra, en este nuevo Govern Artadi (JxCat) sería consellera de Presidencia y Aragonès (ERC) sería vicepresidente y responsable de Economía.
Fuentes de JxCat han explicado que ha sido Puigdemont quien ha propuesto que Torra no use "su" despacho para dar así la imagen de provisionalidad del Govern.
SIMBOLISMO
En una entrevista a TV3, Torra ha señalado:"Desconozco dónde tendré que situarme", en referencia a si va a ocupar o no el despacho presidencial.
Ha dicho que no es lo más importante si está en una u otra ubicación -"no es relevante"-, pero reconoce que el simbolismo en política sí lo es, por lo que ha remarcado que habrá un lazo amarillo en la fachada del Palau de la Generalitat.
"Colgar un lazo amarillo en la fachada del Palau de la Generalitat me parece importante. Poner un lazo amarillo también en los asientos del Govern, me parece un gesto simbólico importante".
En este sentido, ha afirmado que en Catalunya hay una "crisis humanitaria" porque "hay gente en prisión" por sus ideas políticas.
"Yo solo contemplo la posibilidad de obedecer al Parlament de Catalunya", ha sentenciado, y ha dicho que el mandato exige iniciar un proceso constituyente.
Por ello, tras nombrar a los consellers del Govern, en caso de ser elegido presidente de la Generalitat, la primera medida que llevará a cabo es un comisionado para la investigación de las consecuencias de la aplicación del artículo 155 en Catalunya.
Torra ha destacado la necesidad de hacer un plan de choque de análisis de los últimos meses y un plan de políticas públicas para prevenir una posible fractura social.
OBEDECER SOLO AL PARLAMENT
Al preguntársele si la desobediencia entra en sus planes: "Yo solo contemplo la posibilidad de obedecer lo que decida el Parlament, que es la expresión de la voluntad de los catalanes".
Su primera decisión si le eligen será crear un comisionado para "investigar las consecuencias" de aplicar el artículo 155 de la Constitución en Catalunya.
También impulsará un plan de choque para restaurar los efectos nocivos que, a su juicio, ha tenido la intervención de la autonomía catalana: "La ciudadanía tiene que saber lo que ha estado pasando estos meses".
Además, considera que su obligación es mantener y seguir aplicando el "hilo histórico" que une tanto el referéndum del 1-O como la declaración de independencia del 27-O, que es precisamente lo que originó la aplicación del 155.
CONSELLERS Y PODER EN EL EXTERIOR
No ha querido revelar nombres de consellers porque considera que lo prioritario ahora es la investidura, pero está convencido de liderar un Govern "más fuerte y más unido que nunca", y ha asegurado que ya tiene clara la estructura del Ejecutivo.
Ha detallado que su Govern tendrá tres vías de acción política: en el extranjero a través de la estructura que liderará Puigdemont; a través de las instituciones catalanes que él liderará y de los ayuntamientos, y también a través "de la ciudadanía movilizada".
CRISIS HUMANITARIA
"Catalunya tiene un reto monumental. No es solo un conflicto político, es una crisis humanitaria porque hay gente en la cárcel y en el exilio", ha concluido.
Torra ha prometido ser un presidente para los 7,5 millones de catalanes y ha defendido que la mejor manera de demostrarlo es hacer una defensa del "republicanismo y de los valores republicanos".
Torra no se cierra a dialogar con el Gobierno central y las instituciones europeas, y ha criticado que hasta ahora no lo ha habido porque "el problema siempre lo ha tenido el Estado español".
"Esta apuesta de mano tendida y diálogo la tendremos siempre", y ha añadido que el principal obstáculo es que el Gobierno central no quiere reconocer al Govern como interlocutor.
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