El Govern recicla a los exconsellers huidos con cargos de confianza
Empleos fantasma, cargos creados 'ex novo', sinecuras... en apenas tres meses, Torra ha buscado trabajo tanto a los exconsellers fugados como a aquellos que han abandonado la primera línea política.
De izquierda a derecha: Josep Lluís Alay, Meritxell Serret, Francesc Homs, Carles Mundó, Lluís Puig i Ramona Barrufet.
No han pasado ni tres meses desde que Torra accedió al cargo y ya se acumulan varios casos de enchufismo durante su mandato. Los 'agraciados' son exconsellers que o bien se hallan fugados de la justicia o han pasado a un segundo plano político. Repasamos algunos de los más sonados nombramientos del actual Govern de la Generalitat.
JOSEP LLUÍS ALAY
En el caso de Alay, se intuye que su ascenso meteórico se debe más a la influencia de Puigdemont que a la de Torra. En cualquier caso, Josep Lluís Alay también ha sido beneficiado en el reparto de cargos de la Generalitat: el historiador ha sido nombrado responsable de la oficina del expresidente catalán Carles Puigdemont y ha sido cesado como coordinador de políticas internacionales de la presidencia tras solo un mes en el cargo.
Sin embargo, ni siquiera la portavoz del Govern, Elsa Artadi, fue capaz de precisar cuáles serían las funciones de Alay. De hecho, una de las incógnitas que sobrevuelan la creación de esta oficina es su ubicación: tradicionalmente ha estado en suelo catalán pero, dadas las circunstancias de Puigdemont, podría ubicarse en Bélgica. Esperemos que pronto se desvele el misterio.
MERITXELL SERRET
Uno de los primeros nombramientos polémicos de Torra fue el de la exconsellera de Agricultura. A finales de junio, Serret fue nombrada 'embajadora' en Bruselas, es decir, representante de la delegación catalana en la capital belga.
Una de las primeras iniciativas de Ernest Maragall, exconseller de Exteriors, fue recuperar las oficinas en el extranjero que se cerraron a raíz de la aplicación del artículo 155. Maragall decidió que esta era una medida urgente y nada mejor que aprovechar la ocasión para recolocar a la exconsellera fugada. Para que se critique la eficacia del nuevo Govern.
FRANCESC HOMS Y CARLES MUNDÓ
Ambos exconsellers fueron nombrados el 31 de julio como nuevos miembros de la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat.
La Comisión Jurídica Asesora es el alto órgano consultivo del Govern y está formado por 15 juristas. Su cometido es "velar por la legalidad de la actuación de las diversas administraciones catalanas", según se recoge en la web de la Generalitat de Catalunya.
Las retribuciones de los miembros de la Comisión no son fijas, sino que están relacionadas con los dictámenes que puedan elaborar durante su ejercicio. Sin embargo, tienen la ventaja de que, una vez abandonan la Comisión, perciben una cantidad vitalicia nada desdeñable.
LLUÍS PUIG
El exconseller de Cultura, huido a Bélgica cuando fue imputado por el juez Llarena, fue una de las últimas incorporaciones al anterior Govern de Puigdemont. Sin embargo, favor con favor se paga.
El pasado jueves 2 de agosto, Puig fue nombrado director del Programa para el Desarrollo de Proyectos Culturales del Ámbito Internacional, un cargo adscrito a la Conselleria de Cultura y creado ex novo para el conseller. Su consellera, Laura Borràs, defendió el nombramiento de Puig porque tiene "una larga trayectoria y podrá aportar su dilatada experiencia en el ámbito de la gestión cultural".
A efectos retributivos, el puesto se equipara al de secretario general y está sometido a las disposiciones de las leyes de presupuestos y del Govern.
RAMONA BARRUFET
Una de las últimas agraciadas con la "generosidad" del Govern ha sido la exdiputada de JxSí y exmiembro de la Mesa del Parlament, Ramona Barrufet, que actualmente está siendo investigada por su papel en el debate y votación de resoluciones independentistas pese a las indicaciones en contra del Tribunal Constitucional.
Ramona Barrufet ha sido nombrada como asesora del conseller de Territori, Damià Calvet. Barrufet se convertirá así en una funcionaria de la clase A y disfrutará, además, de un complemento específico de 31.398,48 euros.
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