El caimán del Orinoco corre peligro de extinción. Siendo el segundo de su especie más largo del mundo que puede llegar a medir unos siete metros de longitud y pesar más de media tonelada, no escapa de la crisis que azota a Venezuela.
Su nombre científico es Crocodylus intermedius y es víctima de los depredadores humanos que mediante la cacería furtiva y la comercial buscan el aprovechamiento de sus pieles y su carne. En los restaurantes lujosos se puede pedir un plato exótico de carne de caimán. Y sus pieles se consiguen en bolsos y zapatos de las más costosas y exclusivas marcas.
'Fundatrópicos' ha podido consolidar una población silvestre de caimanes del Orinoco, que hoy incluyen a 9 hembras adultas reproductoras de 3,5 metros de largo y de al menos 400 kilos de peso, que todos los años construyen sus nidos y ponen sus huevos en los mismos lugares, y una población de tres machos adultos, dos residentes y uno visitante, además de un número superior a los 40 juveniles, que conforman la población de caimanes de este hato.
Como resultado del programa se han liberado, hasta la fecha, 94 caimanes con talla y peso medio aproximado de 1 metro y 5,3 kilos respectivamente.
'Fundatrópicos' también viene desarrollando, en el mismo área y desde hace muchos años, un programa de conservación de la Tortuga del Orinoco, otra especie en peligro de extinción.
Ambos programas se encuentran hoy en graves dificultades, en vista de la escasez de alimentos para los animales y de recursos financieros para el apoyo logístico.
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