La dieta mediterránea es clave para mejorar la salud de los fumadores
Comer frutos secos y huevos mejora la función pulmonar y la carne procesada la empeora.
El Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol (IdiapJGol) de Barcelona ha iniciado un ensayo clínico para comprobar si la dieta mediterránea puede prevenir el deterioro pulmonar de los fumadores sin enfermedad respiratoria previa, que contará con 550 participantes de 20 centros de atención primaria (CAP) de Tarragona.
Los primeros datos del estudio confirman que mejorar el cumplimiento de esta dieta "se asocia con una mejor función pulmonar", especialmente con el consumo de frutos secos y huevos, ha explicado en un comunicado este miércoles el IdiapJGol y el Institut Català de la Salut (ICS) del Camp de Tarragona.
Por lo contrario, un bajo cumplimiento se relaciona con más alteraciones de la función pulmonar, sobre todo por el consumo elevado de carne roja y carne procesada, según estos primeros indicios del ensayo, llamado 'Mediterranean Diet and Smoking in Tarragona' (Medistar), que inició su intervención hace un año.
El coordinador del grupo que realiza el trabajo, Francisco Martín Luján, ha destacado que la principal causa de las enfermedades respiratorias en la población fumadora es el tabaco, y la estrategia principal de prevención es dejar de fumar: "Pero, en la salud pulmonar, hay también otros factores sobre los que debemos intervenir y uno de ellos es qué comemos".
Este estudio inicial se ha basado en una primera visita a 177 pacientes del ensayo clínico, y la autora, Patricia Salamanca, ha observado que estos resultados preliminares coinciden con estudios anteriores: "Nos llevan a pensar que una intervención nutricional en este grupo de población de riesgo puede tener efectos positivos en la prevención de problemas respiratorios".
El ensayo permitirá contrastar estos datos y "validar la aplicación de esta intervención de forma generalizada en las consultas de atención primaria", ha destacado Luján.
SEGUIMIENTO DURANTE 2 AÑOS
Participan en el ensayo clínico unos 550 fumadores activos sin enfermedad respiratoria previa, de entre 25 y 75 años, que se visitan en los CAP de Tarragona incluidos y que han sido asignados aleatoriamente en el grupo de intervención o el de control.
El grupo de intervención participa en un programa nutricional para aumentar el cumplimiento de la dieta mediterránea durante dos años, y contarán con una visita anual de educación en nutrición personalizada, contacto telefónico de refuerzo a los 18 y a los 30 meses y acceso a un blog sobre nutrición diseñado específicamente para el proyecto, mientras que el de control seguirá su dieta habitual.
El grado de cumplimiento de la dieta mediterránea se calculará mediante un cuestionario validado, y los parámetros de función pulmonar se valorarán mediante espirometría, y una vez acabada la intervención se comparará la información obtenida de ambos grupos, sobre los que el IdiapJGol ha añadido que ambos han recibido consejo para dejar de fumar y una valoración clínica inicial.
La dieta mediterránea --que se caracteriza por el consumo de alimentos como legumbres, verduras y frutas, pescado azul, aceite de oliva y frutos secos-- "se ha asociado con una reducción de eventos cardiovasculares y mortalidad por cualquier causa", por lo que desde hace años, se recomienda en la prevención cardiovascular.
"El impacto de este patrón en la prevención de las enfermedades respiratorias aún no está bien establecido, aunque algunos alimentos han demostrado tener beneficios sobre la función pulmonar y los estudios observacionales que hemos realizado apuntan que puede tener un efecto protector en la salud respiratoria", ha señalado Luján.
En el estudio inicial, la muestra se ha dividido en tres grupos, según el cumplimiento de la dieta mediterránea --alto (70), medio (59) y bajo (48)--: los participantes del grupo de bajo cumplimiento tienen más alteraciones pulmonares (60,4%) que los del grupo de cumplimiento medio (22%) y alto (5,7%), y el análisis también muestra una relación significativa entre un mayor cumplimiento de la dieta mediterránea y un menor IMC --menor sobrepeso y obesidad--.
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