Las contradicciones de Colau con la confianza en lo público

 

Parece que Ada Colau tiene una relación de amor odio con la 'res publica', es decir, con la cosa pública. Al menos ese se desprende de sus declaraciones y sus acciones que en ocasiones parecen contradictorias. Y ahora, además, con unos de sus puntos estrellas, el agua.

El plenario del AMB tiene previsto aprobar este martes 30 de octubre una actuación de urgencia para reparar el colector de Llevant en Badalona debido a los daños causados por las tormentas de los días 7 y 8 de octubre. Obviamente, como presidenta del Àrea Metropolitana, Colau debe hacerse cargo de ejecutar estas mejoras. Y más si tiene previsto remunicipalizar el agua.

Las contradicciones aparecen al leer con detenimiento el expediente para llevar a cabo estas obras, donde aparecen ciertas incoherencias con su defensa de lo público.

Según denuncia el portazvoz del PDeCAT en el AMB, Isidre Sierra i Fusté, en el documento para llevar a cabo las obras de reparación de urgencia se autoriza a la empresa metropolitana de gestión del ciclo integral del agua, o sea Aigües de Barcelona, a reparar con la máxima urgencia el colector. En cambio está previsto la contratación de una empresa externa para vigilar a la empresa metropolitana.

Este hecho, es extraño en su defensa de la gestión pública y la intervención municipal que defiende ella y su partido de los comuns. ¿Por qué se contrata a una empresa privada y externa para revisar los trabajos que llevan a cabo los trabajadores de Aigües de Barcelona? Cabe recordar que esta empresa es público-privada, con un 15% de esta empresa es propiedad del Área Metropolitana, que ella preside.

Resulta extraño que ante la fuerte defensa de lo público y su intención de remunipalizar tantos servicios se pueda -desde el agua hasta los servicios funerarios, pasando por la luz y un largo etcétera- no se fie de los propios técnicos de una institución pública como la AMB que tiene a varios técnicos, por ejemplo, que pueden llevar a acbo esta supervisión.