Un queso para untar no es una "obra de arte" según el Tribunal de Justicia de la UE
El tribunal concluye que "el sabor de un alimento no puede ser calificado de obra" y gozar "de la protección del derecho de autor". Así que según los jueces, la gastronomía no es un arte.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha sentenciado sobre un litigio que enfrentaba a dos empresas que fabrican queso para untar. ¿Cuál era la querella entre ambas compañías?
El caso se remonta a cuando Levola se hizo con los productos 'Heksenkaas' y 'Witte Wievenkaas', ambos quesos para untar a base de nata fresca y finas hierbas. Al mismo tiempo, la empresa holandesa Smilde empezó a fabricar un producto muy parecido denominado también 'Witte Wievenkaas', que según Levola copiaba la receta de su queso untable.
Según informa 'El Periódico', al considerar que la producción y venta del 'Witte Wievenkaas' vulneraba sus derechos de autor sobre el sabor del 'Heksenkaas', Levola litigó contra Smilde y ahora la cuestión ha llegado hasta el tribunal de la UE.
LA COMIDA NO ES UNA "OBRA"
Los magistrados del Tribunal de la UE han sentencido en contra de las pretensiones de Levola. Según los jueces, "el concepto de obra contemplado en la directiva implica necesariamente una expresión del objeto de la protección con arreglo al derecho de autor que lo identifique con suficiente precisión y objetividad".
Sin embargo, "no es posible identificar de manera precisa y objetiva el sabor de un alimento". A diferencia de una obra literaria o pictórica, "la identificación del sabor de un alimento se basa esencialmente en sensaciones y experiencias gustativas que son subjetivas y variables ya que dependen, en particular, de factores relacionados con la persona que prueba el producto en cuestión, su edad, sus preferencias alimentarias y sus hábitos de consumo así como del entorno o del contexto en que tiene lugar la degustación del producto".
El tribunal concluye que "el sabor de un alimento no puede ser calificado de obra" y gozar "de la protección del derecho de autor". Así que según los jueces, la gastronomía no es un arte.
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